Capítulo
6
LAS
LECCIONES DEL AMOR
Introducción
1. La relación que
existe entre la ira y el ataque es obvia, pero la relación que existe
entre la ira y el miedo no es siempre tan evidente. 2La ira siempre
entraña la proyección de la separación,
lo cual tenemos que aceptar, en última instancia, como nuestra propia
responsabilidad, en vez de culpar a otros por ello. 3No te puedes
enfadar a no ser que creas que has sido atacado, que está justificado
contraatacar y que no eres responsable de ello en absoluto. 4Dadas
estas tres premisas completamente irracionales, se tiene que llegar a la
conclusión, igualmente irracional, de que un hermano merece ataque en vez de
amor. 5¿Qué se puede esperar de premisas dementes; sino
conclusiones dementes? 6La manera de desvanecer una conclusión
demente es analizando la cordura de las premisas sobre las que descansa. 7Tú
no puedes ser atacado, el ataque no tiene justificación y tú eres responsable de lo que crees.
2.
Se
te ha pedido que me tomes como modelo para tu aprendizaje, ya que un ejemplo
extremo es un recurso de aprendizaje sumamente útil. 2Todo el mundo
enseña, y enseña continuamente. 3Asumes inevitablemente esta
responsabilidad en el momento en que aceptas cualquier premisa, y nadie puede
organizar su vida sin un sistema de creencias. 4Una vez que has
desarrollado un sistema de pensamiento, sea cual fuere su clase, riges tu vida
de acuerdo con él y lo enseñas. 5Tu capacidad para ser fiel a un
sistema de pensamiento podrá estar mal situada, pero aun así es una forma de fe
y se puede canalizar en otra dirección.
I.
El mensaje de la crucifixión
1. Para los efectos del aprendizaje, examinemos de
nuevo la crucifixión. 2No hice hincapié en ella anteriormente
debido a las temibles connotaciones que quizá tengas asociadas con ella. 3Lo
único que se ha subrayado hasta ahora es que no fue una forma de castigo. 4No
obstante, no se puede explicar nada utilizando exclusivamente términos
negativos. 5Existe una interpretación constructiva de la
crucifixión que está totalmente desprovista de miedo y que, por lo tanto, si se
entiende debidamente, es totalmente benévola en cuanto a lo que enseña.
2.
La
crucifixión no es más que un ejemplo extremo. 2Su valor, al igual
que el valor de cualquier otro recurso de enseñanza, reside únicamente en la
clase de aprendizaje que facilitar 3Se puede entender -y se ha
entendido- incorrectamente. 4Ello se debe únicamente al hecho de
que los temerosos tienden a percibir con miedo. 5Ya te dije que
siempre puedes recurrir a mí para compartir mi decisión, y de ese modo hacerla
más firme. 6Te dije también que la crucifixión fue la última jornada
inútil que la Filiación tuvo que emprender, y que para todo aquel que la
entienda representa la manera de liberarse del miedo. 7Aunque antes
sólo hice hincapié en la resurrección, no aclaré entonces el propósito de la
crucifixión y la manera en que ésta, de hecho, condujo a la resurrección. 8Ese
propósito, no obstante, tiene una aportación muy concreta que hacer. a tu
propia vida, y si lo examinas sin miedo, te ayudará a comprender tu propio
papel como maestro.
3. Es probable que
hayas estado reaccionando durante muchos años como si te estuviesen
crucificando. 2Ésta es una marcada tendencia de los que creen estar
separados, que siempre se niegan a examinar lo que se han hecho a sí mismos. 3La
proyección implica ira, la ira alienta la agresión y la agresión fomenta el
miedo. 4El verdadero significado de la crucifixión radica en la aparente intensidad de la agresión cometida por algunos de
los Hijos de Dios contra otro. 5Esto, por supuesto, es imposible, y
se tiene que entender cabalmente que es imposible.
6De lo contrario, yo no puedo servir de modelo para el aprendizaje.
4. En última
instancia, sólo el cuerpo puede ser agredido. 2No cabe duda de que
un cuerpo puede agredir a otro, y puede incluso destruirlo. 3Sin
embargo, si la destrucción en sí es imposible, cualquier cosa que pueda ser
destruida no es real. 4Su destrucción, por lo tanto, no justifica
tu ira. 5En la medida en que creas que la justifica, estarás
aceptando premisas falsas y enseñándoselas a otros. 6El mensaje de
la crucifixión fue precisamente enseñar que no es necesario percibir ninguna
forma de ataque en la persecución, pues no puedes ser perseguido. 7Si reaccionas con ira,
tienes que estar equiparándote con lo destructible, y, por lo tanto, viéndote a
ti mismo de forma demente.
5. He dejado perfectamente claro que soy como tú y que
tú eres como yo, pero nuestra igualdad fundamental sólo puede demostrarse
mediante una decisión conjunta. 2Eres libre, si así lo eliges, de
percibirte a ti mismo como si te estuvieran persiguiendo. 3Mas
cuando eliges reaccionar de esa manera, deberías recordar que yo fui perseguido
de acuerdo con el pensar del mundo, y que no compartí esa interpretación. 4Y
puesto que no la compartí, no la reforcé. 5Ofrecí,
consecuentemente, una interpretación diferente del ataque, que deseo compartir
contigo. 6Si la crees, me ayudarás a enseñarla.
6. Como ya dije anteriormente:
"Lo que enseñes es lo que aprenderás". 2Si reaccionas
como si te estuvieran persiguiendo, estarás enseñando persecución. 3No
es ésta la lección que el Hijo de Dios debe enseñar si es que ha de alcanzar su
propia salvación. 4Enseña más bien tu perfecta inmunidad, que es la
verdad acerca de ti, y date cuenta de que no puede ser
atacada.
5No trates de protegerla, pues, de lo contrario, creerás que es
susceptible de ser atacada. 6No se te pide ser crucificado, lo cual
fue parte de lo que yo aporté como maestro. 7Se te pide únicamente
que sigas mi ejemplo cuando te asalten tentaciones mucho menos extremas de
percibir falsamente, y que no las aceptes como falsas justificaciones para
desatar tu ira. 8No puede haber justificación para lo
injustificable. 9No creas que la hay, ni enseñes que la hay. 10Recuerda
siempre que enseñas lo que crees. 11Cree lo mismo que yo, y
llegaremos a ser maestros de igual calibre.
7. Tu resurrección es tu
redespertar. 2Yo soy el modelo del renacimiento, pero el renacimiento en sí no es más que
el despuntar en la mente de lo que ya se encuentra en ella. 3Dios
Mismo lo puso allí, y, por lo tanto, es cierto para siempre. 4Yo
creí en ello, y, por consiguiente, lo acepté como la verdad. 5Ayúdame
a enseñárselo a nuestros hermanos en nombre del Reino de Dios, pero cree primero
que es verdad, pues, de lo contrario, enseñarás mal. 6Mis hermanos
se quedaron dormidos durante la supuesta "agonía del huerto", pero yo
no pude haberme indignado con ellos porque sabía que no podía ser abandonado.
8. Lamento cuando mis hermanos
no comparten mi decisión de oír solamente una Voz, pues eso los debilita como
maestros y como alumnos. 2Con todo, sé que no pueden realmente
traicionarse a sí mismos ni traicionarme a mí, y que sobre ellos es donde
todavía tengo que edificar mi iglesia. 3No hay ninguna otra alternativa
al respecto porque únicamente tú puedes ser la roca de la iglesia de Dios. 4Állí
donde hay un altar hay una iglesia, y la presencia del altar es lo que hace
que la iglesia sea santa. 5La iglesia que no inspira amor, tiene un
altar oculto que no está sirviendo al propósito para el que Dios lo destinó. 6Tengo
que edificar Su iglesia sobre ti porque quienes me aceptan como modelo son
literalmente mis discípulos. 7Los discípulos son seguidores, y si el modelo que siguen ha elegido evitarles
dolor en relación con todo, serían ciertamente insensatos si no lo siguiesen.
9. Elegí, por tu bien y por el mío,
demostrar que el ataque más atroz, a juicio del ego, es irrelevante. 2Tal
como el mundo juzga estas cosas, mas no como Dios sabe que son, fui
traicionado, abandonado, golpeado, atormentado y, finalmente, asesinado. 3Está
claro que ello se debió únicamente a las proyecciones de otros sobre mí, ya que
yo no le había hecho daño a nadie y había curado a muchos.
10. Seguimos gozando de perfecta
igualdad como alumnos, aunque no es necesario que tengamos las mismas
experiencias. 2El Espíritu Santo se regocija cuando puedes aprender
de las mías y valerte de ellas para volver a despertar. 3Ése es su
único propósito y ésa es la única manera en que yo puedo ser percibido como el
camino, la verdad y la vida. 4Oír una sola voz nunca implica
sacrificio. 4Por el contrario, si eres capaz de oír al Espíritu
Santo en otros, puedes aprender de sus experiencias y beneficiarte de ellas sin
tener que experimentarlas directamente tú mismo. 6Eso se debe a que
el Espíritu Santo es uno, y todo aquel que le escucha es conducido
inevitablemente a demostrar Su camino para todos.
11. Nadie te está persiguiendo, del
mismo modo en que nadie me persiguió a mí. 2No se te pide que
repitas mis experiencias, pues el Espíritu Santo, a Quien compartimos, hace que
eso sea innecesario. 3Para valerte de mis experiencias de manera
constructiva, no obstante, tienes aún que seguir mi ejemplo con respecto a cómo
percibirlas. 4Mis hermanos, que son también tus hermanos, están
constantemente justificando lo injustificable. 5La única lección que
tengo que enseñar, puesto que la aprendí, es que ninguna percepción que esté
en desacuerdo con el juicio del Espíritu Santo está jamás justificada. 6Mi
función consistió en mostrar que esto es verdad en un caso extremo,
simplemente para que pudiese servir como un instrumento de enseñanza ejemplar
para aquellos que, en situaciones no tan extremas, sienten la tentación de
abandonarse a la ira y al ataque. 7Mi voluntad, junto con la de
Dios, es que ninguno de Sus Hijos sufra.
12. La crucifixión no puede ser compartida porque es el
símbolo de la proyección, pero la
resurrección es el símbolo del compartir, ya que para que la Filiación pueda conocer
su plenitud, es necesario que cada uno de los Hijos de Dios experimente un redespertar.
2Sólo esto es conocimiento.
13. El mensaje de la crucifixión es inequívoco:
2Enseña solamente amor, pues eso es lo que eres.
14. Si interpretas la crucifixión de cualquier otra
forma, la estarás usando como un arma de ataque en vez de como la llamada a la
paz para la que se concibió. 2Con
frecuencia, los Apóstoles la interpretaron erróneamente, por la misma razón que
otros lo hacen. 3Su propio amor imperfecto les hizo ser vulnerables
a la proyección, y, como resultado de su propio miedo, hablaron de la "ira
de Dios" .como el arma de represalia de Éste. 4No pudieron
hablar de la crucifixión enteramente sin ira porque sus propios sentimientos de
culpabilidad habían hecho que se sintiesen indignados.
15. Éstos son
algunos de los ejemplos de pensamiento tergiversado del Nuevo Testamento, si
bien su evangelio es, en realidad, únicamente el mensaje del amor. 2Si
los Apóstoles no se hubieran sentido culpables, nunca me habrían podido
atribuir expresiones tales como: "No he venido a sembrar paz, sino
espadas". 3Esto está en clara oposición a todas mis enseñanzas.
4De haberme entendido realmente, no podrían haber descrito tampoco
mi reacción a Judas como lo hicieron. 5Yo no pude haber dicho:
"¿Traicionas al Hijo del Hombre con un beso?" a no ser que hubiese
creído en la traición. 6El mensaje de la crucifixión fue
precisamente que yo no creía en la traición. 7El "castigo"
que se dijo infligí a Judas fue un error similar. 8Judas era mi
hermano y un Hijo de Dios, tan miembro de la Filiación como yo. 9¿Cómo
iba a condenarlo cuando estaba listo para probar que condenar es imposible?
16. Cuando leas las enseñanzas de los Apóstoles,
recuerda que les dije que había muchas cosas que ellos no entenderían hasta más
tarde porque en aquel entonces aún no estaban completamente listos para
seguirme. 2No quiero que dejes que se infiltre ningún vestigio de
miedo en el sistema de pensamiento hacia el que te estoy guiando. 3No
ando en busca de mártires sino de maestros. 4Nadie es castigado por
sus pecados, y los Hijos de Dios no son pecadores. 5Cualquier
concepto de castigo significa que estás proyectando la responsabilidad de la
culpa sobre otro, y ello refuerza la idea de que está justificado culpar. 6El
resultado es una lección acerca de cómo culpar, pues todo comportamiento enseña
las creencias que lo motivan. 7La crucifixión fue el resultado de
dos sistemas de pensamiento claramente opuestos entre sí: el símbolo perfecto
del "conflicto" entre el ego y el Hijo de Dios. 8Este
conflicto parece ser igualmente real ahora, y lo que enseña tiene que
aprenderse ahora tal como se tuvo que aprender entonces.
17. Yo no necesito gratitud, pero tú necesitas
desarrollar tu mermada capacidad de estar agradecido, o no podrás apreciar a
Dios. 2Él no necesita que lo aprecies, pero tú sí. 3No se puede amar lo que no se
aprecia, pues el miedo hace que sea imposible apreciar nada. 4Cuando
tienes miedo de lo que eres no lo aprecias, y, por lo tanto, lo rechazas. 5Como
resultado de ello, enseñas rechazo.
18. El poder de
los Hijos de Dios está presente todo el tiempo porque fueron creados para ser
creadores. 2La influencia que ejercen unos sobre otros es ilimitada,
y tiene que usarse para su salvación conjunta. 3Cada uno de ellos
tiene que aprender a enseñar que ninguna forma de rechazo tiene sentido. 4La
separación es la noción del rechazo. 5Mientras sigas enseñando esto
lo seguirás creyendo. 6No es así como Dios piensa, y tú tienes que
pensar como Él si es que has de volver a conocerlo.
19. Recuerda que el Espíritu Santo es el vínculo de
comunicación entre Dios el Padre y Sus Hijos separados. 2 Si
escuchases Su Voz sabrías que tú no puedes herir ni ser herido, y que son
muchos los que necesitan tu bendición para poder oír esto por sí mismos. 3Cuando
sólo percibas esa necesidad en ellos, y no respondas a ninguna otra, habrás
aprendido de mí y estarás tan deseoso de compartir lo que has aprendido como lo
estoy yo.
II.
La alternativa a la proyección
1. Cualquier división en la mente conlleva por fuerza
el rechazo de una parte de ella misma, y eso es lo que es la creencia en la separación. 2La
plenitud de Dios, que constituye Su paz, no puede ser apreciada salvo por una
mente íntegra que reconozca la plenitud de la creación de Dios. 3Mediante
ese reconocimiento, dicha mente conoce a su Creador. 4Exclusión y
separación son sinónimos, al igual que separación y disociación. 5Dijimos
anteriormente que la separación fue y sigue siendo un acto de disociación, y
que una vez que tiene lugar, la proyección se convierte en su defensa
principal, o, en otras palabras, el mecanismo que la mantiene vigente. 6La
razón de ello, no obstante, puede que no sea tan obvia como piensas.
2. Repudias lo que proyectas,
por lo tanto, no crees que forma parte de ti. 2Te excluyes a ti
mismo al juzgar que eres diferente de aquel sobre el que proyectas. 3Puesto
que también has juzgado contra lo que proyectas, continúas atacándolo porque
continúas manteniéndolo separado dé ti. 4Al hacer esto de manera
inconsciente, tratas de mantener fuera de tu conciencia el hecho de que te has
atacado a ti mismo, y así te imaginas que te has puesto a salvo.
3. La proyección, sin embargo,
siempre te hará daño. 2La proyección refuerza tu creencia de que tu
propia mente está dividida, creencia ésta cuyo único propósito es mantener
vigente la separación. 3La proyección no es más que un mecanismo
del ego para hacerte sentir diferente de tus hermanos y separado de ellos. 4El
ego justifica esto basándose en el hecho de que ello te hace parecer
"mejor" que tus hermanos, y de esta manera empaña tu igualdad con
ellos todavía más. 5La proyección y el ataque están inevitablemente
relacionados, ya que la proyección es siempre un medio para justificar el
ataque. 6Sin proyección no puede haber ira. 7 El ego
utiliza la proyección con el solo propósito de destruir la percepción que
tienes de ti mismo y de tus hermanos. 8El proceso comienza
excluyendo algo que existe en ti, pero que repudias, y conduce directamente a
que te excluyas a ti mismo de tus hermanos.
4. Hemos aprendido, no obstante,
que hay una
alternativa a la proyección. 2Todas las capacidades del ego se
pueden emplear para un propósito mejor, ya que sus capacidades las dirige la
mente, que dispone de una Voz mejor. 3El Espíritu Santo extiende y
el ego proyecta. 4Del mismo modo en que los objetivos de ambos son
opuestos, así también lo son sus resultados.
5. El Espíritu Santo comienza
percibiendo tu perfección. 2Como sabe que esa perfección es algo
que todos comparten, la reconoce en otros, y así la refuerza tanto en ti como
en ellos. 3En vez de ira, esto suscita amor tanto en ellos como en
ti porque establece el estado de inclusión. 4Puesto que percibe
igualdad, el Espíritu Santo percibe en todos las mismas necesidades. 5Esto
invita automáticamente a la Expiación porque la Expiación es la necesidad
universal de este mundo. 6Percibirte a ti mismo de esta manera es la
única forma de hallar felicidad en el mundo. 7Eso se debe a que es
el reconocimiento de que tú no estás en este mundo, pues el mundo es un lugar
infeliz.
6. ¿De qué otra forma puedes
encontrar dicha en un lugar desdichado, excepto dándote cuenta de que no estás
en él? 2Tú no puedes estar donde Dios no te ubicó, y Dios te creó
como parte de Él. 3Eso es al mismo tiempo donde estás y lo que eres.
4Esto es alga completamente inalterable. 5Es inclusión
total. 6No puedes cambiarlo ahora ni nunca.. 7Es verdad
para siempre. 8No es una creencia, sino un Hecho. 9Todo
lo que Dios creó es tan verdadero como Él. 10La verdad de ello
radica solamente en su perfecta inclusión en Aquel que es el único que es
perfecto. 11Negar esto es negarte a ti mismo y negarlo a Él, puesto
que es imposible aceptar a uno sin el otro.
7. La perfecta igualdad que el
Espíritu Santo percibe es el reflejo de la perfecta igualdad-del
conocimiento de Dios. 2La percepción del ego no tiene equivalente en
Dios, pero el Espíritu Santo sigue siendo el puente entre la percepción y el
conocimiento. 3Al permitirte usar la percepción de forma que refleje
el conocimiento, éste finalmente podrá ser recordado. 4El ego
preferiría creer que es imposible que ese recuerdo alboree en tu mente, sin
embargo, es tu percepción lo que el Espíritu Santo guía. 5Tu
percepción acabará allí donde comenzó. 6Todo converge en Dios porque
todo fue creado por Él y en Él.
8. Dios creó a Sus
Hijos extendiendo Su Pensamiento y conservando las extensiones de Su
Pensamiento en Su Mente. 2Todos Sus Pensamientos están, por lo
tanto, perfectamente unidos dentro de sí mismos y entre sí. 3El Espíritu Santo te capacita para poder percibir esta
plenitud ahora. 4Dios te creó para que creases. 5No
puedes extender Su Reino hasta que no conozcas la plenitud de éste.
9. Los pensamientos se originan
en la mente del pensador, y desde ahí se extienden hacia afuera. 2Esto
es tan cierto del Pensamiento de Dios como del tuyo. 3Puesto que tu
mente está dividida, puedes percibir y también pensar. 4No
obstante, la percepción no puede eludir las leyes básicas de la mente. 5Percibes
desde tu mente y proyectas tus percepciones al exterior. 6Aunque la
percepción es irreal, el Espíritu Santo puede usarla provechosamente por el
.hecho de que tú la concebiste. 7Él puede inspirar cualquier
percepción y canalizarla hacia Dios. 8Esta convergencia parece encontrarse
en un futuro lejano sólo porque tu mente no está en perfecta armonía con esta
idea y, consecuentemente, no la desea ahora.
10. El Espíritu Santo hace uso del tiempo, pero no cree en,
él. 2Puesto que Él procede de Dios, usa todo para el bien, pero no
cree en lo que no es verdad. 3Puesto que se encuentra en tu mente,
ésta sólo puede creer lo que es verdad. 4El Espíritu Santo puede
hablar únicamente en favor de eso porque habla en favor de Dios. 5Te insta a que le devuelvas
toda tu mente a Dios, ya que en realidad tu mente nunca se separó de Él. 6Si
nunca se separó de Él, sólo tienes que percibirla tal como es para que retorne
a Él. 7Tener plena conciencia de la Expiación es, por lo tanto,
reconocer que la separación nunca tuvo lugar. 8El ego no
puede prevalecer contra esto porque ello es una afirmación explícita de que él
nunca existió.
11. El ego puede aceptar la idea de que es necesario retornar porque
puede, con gran facilidad, hacer que ello parezca difícil. 2Sin
embargo, el Espíritu Santo te dice que incluso el retorno es innecesario
porque lo que nunca ocurrió no puede ser difícil. 3Mas tú puedes hacer que la idea de retornar sea a la
vez necesaria y difícil. 4Con todo, está muy claro que los que son
perfectos no tienen necesidad de nada, y tú no puedes experimentar la
perfección como algo difícil de alcanzar, puesto que eso es lo que eres. 5Así
es como tienes que percibir las creaciones de Dios, de modo que todas tus
percepciones estén en línea con la única manera de ver del Espíritu Santo. 6Esta
línea es la línea directa de comunicación con Dios, y le permite a tu mente
converger con la Suya. 7Nada está en conflicto en esta percepción, ya que significa que toda percepción está guiada por el Espíritu Santo, cuya
Mente está fija en Dios. 8Sólo el Espíritu Santo puede resolver
conflictos porque sólo el Espíritu Santo está libre de conflictos. 9Él
percibe únicamente lo que es verdad en tu mente, y lo extiende sólo a lo que
es verdad en otras mentes.
12. La diferencia entre la
proyección del ego y la extensión del Espíritu Santo es muy simple. 2El
ego proyecta para excluir, y, por lo tanto, para engañar. 3El
Espíritu Santo extiende al reconocerse a Sí Mismo en cada mente, y de esta
manera las percibe a todas como una sola. 4Nada esta en conflicto en
esta percepción porque lo que el Espíritu Santo percibe es todo igual. 5Dondequiera
que mira se ve a Sí Mismo y, puesto que está unido, siempre ofrece el Reino en
su totalidad. 6Éste es el único mensaje que Dios le dio, en favor
del cual tiene que hablar porque eso es lo que Él es. 7La paz de
Dios reside en ese mensaje, y, por consiguiente, la paz de Dios reside en ti. 8La
gran paz del Reino refulge en tu mente para siempre, pero tiene que irradiar
desde ti hacia afuera para que tomes conciencia de ella.
13. El Espíritu Santo te fue dado con perfecta imparcialidad, y a
menos que lo reconozcas imparcialmente no podrás reconocerlo en absoluto. 2El
ego es legión, pero el Espíritu Santo es uno. 3No hay tinieblas en
ninguna parte del Reino, y tu papel sólo consiste en impedir que las tinieblas
moren en tu mente. 4Ésta armonía con la luz es ilimitada porque está
en armonía con la luz del mundo. 5Cada uno de nosotros es la luz del
mundo, y al unir nuestras mentes en esa luz proclamamos el Reino de Dios juntos
y cual uno solo.
III.
La renuncia al ataque
1. Como ya hemos puesto de
relieve, toda idea tiene su origen en la mente del que la piensa. 2Lo
que se extiende desde la mente,. por lo tanto, se encuentra todavía en ella, y
la mente se conoce a sí misma por lo que extiende. 3La
palabra "conoce" está usada correctamente aquí porque el Espíritu
Santo, mediante Su percepción imparcial, guarda todavía el conocimiento a
salvo en tu mente. 4Dado que Él nunca ataca, no obstaculiza la
comunicación de Dios. 5Por lo tanto, el estado de ser nunca se ve amenazado. 6Tu
mente, que es semejante a la de Dios, jamás puede ser profanada. 7El
ego nunca fue parte de ella, ni lo será jamás, pero a través del ego puedes
oír, enseñar y aprender lo que no es cierto. 8Te has enseñado a ti
mismo a creer que no eres lo que eres. 9No puedes enseñar lo que no
has aprendido, y lo que enseñas lo refuerzas en ti al compartirlo. 10Cada
lección que enseñas es una lección que tú mismo estás aprendiendo.
2. Por eso es por lo que debes
enseñar solamente una lección. 2Si has de verte libre de conflictos,
tienes que aprender únicamente del Espíritu Santo y enseñar únicamente con Él. 3Tú
eres únicamente amor, mas cuando lo niegas haces de lo que eres algo que
tienes que aprender a recordar. 4Dije anteriormente que el mensaje
de la crucifixión fue: "Enseña solamente amor, pues eso es lo que
eres". 5Ésta es la única lección que está perfectamente unificada
porque es la única
lección que es una sola. 6La única manera de aprenderla es
enseñándola: 7" Lo que enseñes es lo que aprenderás." 8Si esto es
verdad, como en efecto lo es, no olvides que lo que enseñas te enseña a ti. 9Y
no puedes sino creer en lo que proyectas o extiendes.
3. La única seguridad radica en
extender el Espíritu Santo porque a medida que ves Su mansedumbre en otros, tu
propia mente se percibe a sí misma como totalmente inofensiva. 2Una
vez que puede aceptar esto completamente, no ve necesidad alguna de protegerse.
3La protección de Dios alborea entonces sobre ella, asegurándole que
está perfectamente a salvo para siempre. 4Los que están
perfectamente a salvo son completamente benévolos. 5Bendicen porque
saben que son benditos. 6Desprovista de ansiedad, la mente es
totalmente benévola, y puesto que extiende caridad, es también caritativa. 7La
seguridad no es otra cosa que la completa renuncia al ataque. 8Ninguna
transigencia al respecto es posible. 9Si enseñas ataque en cualquier
forma que sea, lo habrás aprendido, y ello no podrá sino causarte dolor. 10Con
todo, ese aprendizaje no es permanente, y puedes desaprenderlo dejándolo de
enseñar.
4. Puesto que no puedes dejar de
enseñar, tu salvación radica en enseñar exactamente lo opuesto a lo que el ego
cree. 2Así es como aprenderás la verdad que te hará libre y que te
mantendrá libre a medida que otros la aprendan de ti. 3La única
manera de tener paz es enseñando paz. 4Al enseñarla, no puedes sino aprenderla, pues no puedes enseñar
aquello de lo que todavía te disocias. 5Sólo así podrás recobrar el conocimiento que desechaste.
6Para poder compartir una idea tienes primero que disponer de ella.
?Dicha idea despierta en tu mente mediante la convicción que nace de enseñarla.
8Aprendes todo lo que enseñas. 9Enseña solamente amor,
y. aprende que el amor es tuyo y que tú eres amor.
IV.
La única Respuesta
1. Recuerda que el Espíritu
Santo es la Respuesta, no la pregunta. 2El ego siempre habla primero. 3Es
caprichoso y no le desea el bien a su hacedor. 4Cree, y con razón,
que su hacedor puede dejar de brindarle apoyo en cualquier momento. 5Si
te desease el bien se alegraría de ello, tal como el Espíritu Santo se alegrará
cuando te haya conducido de vuelta a tu hogar y ya no tengas necesidad de que
Él te guíe. 6El ego no se considera a sí mismo parte de ti. 7En
eso radica su error fundamental, la base de todo su sistema de pensamiento.
2. Cuando Dios te creó te hizo
parte de Él. 2Por eso es por lo que el ataque no tiene cabida dentro
del Reino. 3Hiciste al ego sin amor, y, por consiguiente, él no te
ama. 4No puedes permanecer dentro del Reino sin amor, y puesto que
el Reino es amor, crees
estar privado de él. 5Esto le permite al ego considerarse a sí mismo
algo separado y externo a su hacedor, y de ahí que hable en representación de
la parte de tu mente que cree que tú estás
separado y que eres algo externo a la mente de Dios.. 6El ego
planteó entonces la primera pregunta que jamás se hizo, pregunta que él jamás
podrá contestar. 7La pregunta: "¿Qué eres?" representó el
comienzo de la duda. 8Desde entonces el ego jamás ha contestado
ninguna pregunta, aunque ha hecho muchas. 9Las actividades más
ingeniosas del ego no han hecho más que enmarañar la pregunta, pues dispones
de la respuesta y el ego
te tiene miedo.
3. No podrás entender el conflicto
hasta que entiendas plenamente el hecho fundamental de que el ego no sabe
nada. 2El Espíritu Santo no es el que habla primero, pero siempre contesta. 3Todo
el mundo en uno u otro momento ha acudido a Él para de una u otra forma obtener
ayuda, y Él ha contestado. 4Puesto que el Espíritu Santo responde de
verdad, responde para siempre, lo cual quiere decir que todo el mundo dispone
de la respuesta ahora mismo.
4. El ego no puede oír al Espíritu
Santo, pero cree que parte de la mente que lo hizo está en su contra. 2Interpreta
esto como una justificación para atacar a su hacedor. 3Cree que la
mejor defensa es el ataque, y quiere que tú
creas
eso también. 4A no ser que lo creyeses no te podrías poner de su
parte, y el ego tiene gran necesidad de aliados, aunque no de hermanos. 5Al
percibir en tu mente algo ajeno a sí mismo, el ego hace del cuerpo su aliado
porque el cuerpo no forma parte
de ti.. 6Esto hace del cuerpo el amigo del ego. 7Ésta
es una alianza claramente basada en la separación. 8Si te pones de
parte de esta alianza no podrás sino sentir miedo porque te estarás poniendo de
parte de una alianza basada en el miedo.
5. El ego se vale del cuerpo para
conspirar contra tu mente, y puesto que el ego se da cuenta de que su
"enemigo" puede acabar con él y con el cuerpo reconociendo simplemente que no forman
parte de él, él y el cuerpo se unen para llevar a cabo un ataque conjunto. 2Tal
vez sea ésta la más extraña de todas las percepciones, si te detienes a
considerar lo que ello realmente implica. 3El ego, que no es real,
trata de persuadir a la mente, que sí es real, de que ella es su recurso de
aprendizaje, y, lo que es más, de que el cuerpo es más real que ella. 4 Nadie
que esté en su mente recta podría creer semejante cosa, y nadie que está en su
mente recta lo cree.
6.
Escucha,. pues, la
única respuesta del Espíritu Santo a todas las preguntas que el ego plantea:
eres una criatura de Dios, una parte de Su Reino de inestimable valor que Él
creó como parte de Sí Mismo. 2Eso es lo único que existe y lo único
que es real. 3Has elegido un sueño en el que has tenido pesadillas,
pero el sueño no es real y Dios te exhorta a despertar. 4Cuando le
oigas no quedará ni rastro de tu sueño porque despertarás. 5Tus
sueños contienen muchos de los símbolos del ego y éstos te han confundido. 6Eso
se debe, no obstante, a que estabas dormido y no te dabas cuenta de ello. 7Cuando
despiertes, verás la verdad a tu alrededor y dentro de ti, y ya no creerás en
los sueños porque éstos dejarán de ser reales para ti. 8El Reino, en
cambio, y todo lo que allí has creado, será sumamente real para ti porque es
hermoso y verdadero.
7. En el Reino no hay ninguna duda acerca de lo que
eres y de donde te encuentras. 2La duda no tiene cabida allí porque
la primera pregunta jamás se planteó. 3Al haber sido por fin
completamente contestada, nunca existió. 4Sólo el Ser vive
en el Reino, donde todo mora en Dios con absoluta certeza. 5El
tiempo dedicado a hacer preguntas en el sueño, ha dado paso a la creación y a
su eternidad. 6Tú gozas de tanta certeza como Dios, pues eres tan
real como Él, pero lo que antes gozaba de absoluta certeza en tu mente ha
pasado a ser ahora únicamente la capacidad para gozar de ella.
8.
Él origen de las
capacidades representó el principio de la incertidumbre porque las capacidades
son logros en potencia, pero todavía no son logros. 2Tus capacidades son inútiles en
presencia de los logros de Dios y de los tuyos propios. 3 Los logros
son resultados que ya se han alcanzado. 4Cuando son perfectos, las
capacidades dejan de tener sentido. 5Es curioso que lo que es
perfecto tenga ahora que ser perfeccionado. 6De hecho, eso es
imposible. 7Mas recuerda que cuando te pones a ti mismo en una
situación imposible crees que lo imposible es posible.
9.
Debes desarrollar
tus capacidades antes de poder usarlas. 2Esto no es cierto con
respecto a nada que Dios creó, pero es la solución más benévola para lo que tú
has fabricado. 3En una situación imposible puedes desarrollar tus
capacidades hasta el punto en que ellas mismas te pueden liberar de tal
situación. 4Dispones de un Guía que te muestra cómo desarrollarlas,
pero no tienes otro jefe que tú mismo. 5Esto te pone a cargo del
Reino, con un Guía para encontrarlo y los medios para conservarlo. 6Tienes
un modelo a seguir que reforzará tu mando y nunca lo menoscabará en modo
alguno. 7Por consiguiente, ocupas todavía el lugar central en tu
imaginada esclavitud, lo cual de por sí demuestra que no eres un esclavo.
10. Te
encuentras en una situación imposible únicamente porque crees que es posible
estar en una situación así. 2Te encontrarás en una situación
imposible si Dios te mostrase tu perfección, y a la vez te probase que estabas
equivocado. 3Esto demostraría que los que son perfectos son
incapaces de cobrar conciencia de su propia perfección, y reforzaría la
creencia de que aquellos que lo tienen todo necesitan ayuda y son, por
lo tanto, desvalidos. 4Éste es el tipo de "razonamiento" en que
el ego se embarca. 5Dios, que sabe que Sus creaciones. son
perfectas; no las humilla. 6 Eso sería tan imposible como la
noción del ego según la cual él ha humillado a Dios.
11. Por eso es por lo que el Espíritu
Santo jamás da órdenes. 2Dar órdenes implica desigualdad, y el
Espíritu Santo demuestra que la desigualdad no existe. 3Ser fiel a
una premisa que se ha aceptado es una ley de la mente, y todo lo que Dios creó
es fiel a Sus leyes. 4Es posible también ser fiel a otras leyes,
pero no porque las leyes sean ciertas, sino porque tú las promulgaste. 5¿De
qué te serviría que Dios te probase que has pensado de forma demente? 6¿Podría
Dios perder Su propia certeza? 7He dicho frecuentemente que eres lo
que enseñas. 8¿Querrías que Dios te enseñase que has pecado? 9Si
Él confrontase al ser que fabricaste con la verdad que Él creó para ti, ¿cómo
no ibas a tener miedo? 10En ese caso dudarías de tu mente recta, que
es el único lugar donde puedes encontrar la cordura que Él te dio.
12. Dios no enseña, 2pues
enseñar implica una insuficiencia que Dios sabe que no existe.
3Dios no está en conflicto. 4El propósito de enseñar es
producir cambios, pero Dios sólo creó lo inmutable. 5La separación
no fue una pérdida de la perfección, sino una interrupción de la
comunicación. 6La voz del ego surgió entonces como una forma de
comunicación estridente y áspera. 7Esto no podía alterar la paz de
Dios, pero sí podía alterar la tuya. 8Dios no la acalló porque
erradicarla habría sido atacarla. 9Habiendo sido cuestionado, Él no
cuestionó. 10Él simplemente dio la Respuesta. 11Su
Respuesta es tu Maestro.
V. Las lecciones del
Espíritu Santo
1. Como cualquier buen maestro, el Espíritu Santo
sabe más de lo que tú sabes ahora, y sólo te enseña para que llegues a ser
igual que Él. 2Tú te enseñaste mal a ti mismo al creer lo
que no era cierto. 3No creíste en tu propia perfección. 4¿Iba
acaso Dios a enseñarte que habías fabricado una mente dividida, cuando Él sabe
que tu mente es íntegra? 5Lo que Dios sí sabe es que Sus canales de
comunicación no están abiertos a Él, lo cual le impide impartirles Su gozo y,
así, saber que Sus Hijos son completamente dichosos. 6El dar de Su
gozo es un proceso continuo, no en el tiempo sino en la eternidad. 7La
extensión de Dios, aunque no Su compleción, se obstruye cuando la Filiación no
se comunica con Él cual una sola. 8Así que Dios pensó: "Mis
Hijos duermen y hay que despertarlos".
2. ¿Qué podría despertar más dulcemente a un niño que
una tierna voz que no lo asusta sino que simplemente le recuerda que la noche
ya pasó y que la luz ha llegado? 2No se le dice que las pesadillas
que lo estaban aterrorizando tanto no eran reales, pues los niños creen en la
magia. 3Simplemente se le asegura que ahora está a salvo. 4Más tarde se le enseña
a distinguir la diferencia entre estar dormido y estar despierto, para que
entienda que no tiene que tener miedo de los sueños. 5Y así, cuando
vuelva a tener pesadillas, él mismo invocará la luz para desvanecerlas.
3. Un buen maestro enseña mediante un enfoque positivo,
no mediante uno negativo. 2No hace hincapié en lo que tienes que evitar para escapar de lo que te puede
hacer daño, sino en lo que tienes que aprender para ser feliz. 3Piensa
en el miedo y en la confusión que un niño experimentaría si le dijeran:
"No hagas eso porque es muy peligroso y te puede hacer daño, pero si haces
esto otro, no te harás daño, estarás a salvo y no tendrás miedo". 4Definitivamente
es mucho mejor usar tan solo tres palabras: "¡Haz sólo esto!" 5Esta
simple afirmación es perfectamente inequívoca y muy fácil de
entender y de recordar.
4. El Espíritu Santo nunca hace una relación detallada
de los errores porque Su intención no es asustar a los niños, y los que
carecen de sabiduría son niños. Siempre responde, no obstante, a su llamada, y
el hecho de que ellos puedan contar con Él los hace sentirse más seguros. 3Los
niños ciertamente confunden las fantasías con la realidad, y se asustan porque
no pueden distinguir la diferencia que hay entre ellas. 4El
Espíritu Santo no hace distinción alguna entre diferentes clases de sueños. 5Simplemente
los hace desaparecer con Su luz. 6Su luz es siempre la llamada a
despertar, no importa lo que hayas estado soñando 7No hay nada
duradero en los sueños, y el Espíritu Santo, que refulge con la Luz de Dios
Mismo, sólo habla en nombre de lo que
perdura eternamente.
A. Para poder tener,
da todo a todos
1. Cuando tu cuerpo, tu ego y tus sueños hayan
desaparecido, sabrás que eres eterno. 2Tal vez pienses que ésto se
logra con la muerte, pero con la muerte no se logra nada porque la
muerte no es nada. 3Todo se logra con la vida, y la vida forma parte
del ámbito de la mente y se encuentra en la mente. 4El cuerpo ni
vive ni muere porque no puede contenerte a ti que eres vida. 5Si compartimos
la misma mente, tú puedes superar la muerte puesto que yo la superé. 6La
muerte es un intento de resolver conflictos no tomando ninguna decisión. 7Al
igual que todas las demás soluciones imposibles que el ego propugna, ésta
tampoco resultará.
2. Dios no creó el cuerpo porque el cuerpo es
destructible, y, por consiguiente, no forma parte del Reino. 2El
cuerpo es el símbolo de lo que crees ser. 3Es a todas luces un mecanismo de separación y,
por lo tanto, no existe. 4El Espíritu Santo, como siempre, se vale de lo que tú has hecho y lo transforma en un
recurso de aprendizaje. 5Una vez más, y como siempre, reinterpreta
lo que el ego utiliza como un
razonamiento en favor de la separación, y lo convierte en una demostración
contra ésta. 6Si la mente puede curar al cuerpo, pero el cuerpo no
puede curar a la mente, entonces la mente tiene que ser más fuerte que el
cuerpo. 7Todo milagro es una demostración de esto.
3. He dicho que el Espíritu Santo es la motivación de
los milagros. 2El Espíritu Santo te dice siempre que sólo la mente
es real porque es lo único que se puede compartir. 3El cuerpo es
algo separado, y, por lo tanto, no puede ser parte de ti. 4Ser de
una sola mente tiene sentido, pero ser de un solo cuerpo no tiene ningún sentido. 5De acuerdo con las
leyes de la mente, pues, el cuerpo no tiene ningún sentido.
4. Para el
Espíritu Santo no hay grados de dificultad en los milagros. 2A
estas alturas, esto debería resultarte ya bastante familiar, aunque no es algo
que todavía estés dispuesto a creer, 3Por lo tanto, ni lo entiendes
ni puedes hacer uso de ello. 4Es mucho lo que todavía nos queda por
hacer en favor del Reino como para pasar por alto este concepto tan crucial. 5Es
realmente una de las piedras angulares del sistema de pensamiento que enseño y
que quiero que tú enseñes. 6No puedes obrar milagros sin creer en
él, ya que es una creencia en la perfecta igualdad. 7El único regalo idéntico
que se les puede ofrecer a los Hijos idénticos de Dios, es apreciarlos
completamente. 8Ni más ni menos. 9Sin una gama variable,
la idea de grados de dificultad carece de sentido, y no debe haber gama alguna
en lo que le ofreces a tu hermano.
5. El Espíritu Santo, que nos
conduce a Dios, transforma la comunicación en el estado de ser, de la misma
manera en que en última instancia, transforma la percepción en conocimiento. 2No
pierdes lo que comunicas. 3El ego se vale del cuerpo para atacar,
para obtener placer y para vanagloriarse. 4La locura de esta percepción
la convierte en algo verdaderamente temible. 5El Espíritu Santo ve
el cuerpo solamente como un medio de comunicación, y puesto que comunicar es
compartir, comunicar se vuelve un acto de comunión. 6Tal vez creas
que el miedo -al igual que el amor- se puede comunicar y que, por lo tanto, se
puede compartir. 7Sin embargo, esto no es tan real como pueda
parecer a primera vista. 8Los que comunican miedo están fomentando
el ataque, y el ataque siempre interrumpe la comunicación, haciendo que ésta
sea imposible. 9Es verdad que los egos se unen en alianzas temporales,
pero siempre para ver qué es lo que cada uno puede obtener para sí mismo. 10El
Espíritu Santo comunica únicamente lo que cada uno puede darle a todos. 11Nunca
te quita nada que te haya dado, pues Su deseo es que te quedes con ello. 12Sus
enseñanzas, por lo tanto, comienzan con esta lección:
13Para poder
tener, da todo a todos.
6. Éste es un
paso preliminar básico, y el único que tienes que dar por tu cuenta. 2Ni
siquiera es necesario que tú mismo lo completes, pero sí es necesario
que te encamines en esa dirección. 3Cuando decides ir en esa
dirección, te pones a ti mismo a cargo del viaje, función que a ti y sólo a ti
te corresponde desempeñar. 4Este paso tal vez parezca agudizar el
conflicto en vez de resolverlo, ya que representa el paso inicial en el
proceso de invertir tu percepción y de rectificarla totalmente. 5Esto
entra en conflicto con la percepción invertida que todavía no has abandonado,
ya que, de lo contrario, no habría sido necesario un cambio de dirección. 6Algunos
se quedan en este paso durante mucho tiempo, experimentando un agudo conflicto.
7En este punto puede que incluso traten de aceptar el conflicto en
vez de dar el siguiente paso hacia su resolución. 8Puesto que han
dado el primer paso, no obstante, se les prestará ayuda. 9Pues una
vez que hayan elegido lo que no pueden completar solos, ya no estarán solos.
B.
Para tener paz, enseña paz para así aprender lo que es
1. Los que creen en la separación tienen un miedo básico a las represalias y
al abandono. 2Creen en el ataque y en el rechazo, de modo que eso es
lo que perciben, lo que enseñan y lo que aprenden. 3Estas ideas
descabelladas son claramente el resultado de la disociación y la proyección. 4Eres
lo que enseñas, pero es evidente que puedes enseñar incorrectamente, y, por
consiguiente, te puedes enseñar mal a ti mismo. 5Muchos pensaron
que yo les estaba atacando, aunque es evidente que eso no era cierto. 6Un
alumno desquiciado aprende lecciones extrañas. 7Lo que tienes que
reconocer es que cuando no compartes un sistema de pensamiento, lo debilitas. 8Los
que creen en él perciben eso como un ataque contra ellos. 9Esto se
debe a que cada uno se identifica con su propio sistema de pensamiento, y todo
sistema de pensamiento se centra en lo que uno cree ser. 10Si el
núcleo del sistema de pensamiento es cierto, lo único que puede extenderse
desde él es la verdad. 11Pero si lo que se encuentra allí es una
mentira, lo único que puede proceder de él son engaños.
2. Los
buenos maestros se dan cuenta de que sólo los cambios fundamentales son
duraderos, mas no comienzan en ese nivel. 2Su primer objetivo -y el
más importante- es fortalecer en el estudiante el deseo de cambiar. 3Ese
es asimismo no sólo su último objetivo sino también su objetivo final. 4Lo
único que el maestro tiene que hacer para garantizar el cambio es estimular en
el alumno su deseo de cambiar. 5Cambiar de motivación es cambiar de
mentalidad, y esto inevitablemente produce un cambio fundamental, ya que la
mente es fundamental.
3. El primer paso en el
proceso de inversión o des-nacimiento es el des-nacimiento del concepto de
"obtener°. 2La primera lección del Espíritu Santo es
por consiguiente: "Para poder tener, da todo a todos". 3Dije
que es posible que esto agudice el conflicto temporalmente, y ahora podemos
aclarar este punto aún más.. 4A estas alturas, todavía no percibes
la igualdad que existe entre tener y ser. 5Hasta
que no la percibas, tener te
parecerá lo opuesto a dar. 6La primera lección, por
consiguiente, parece encerrar una contradicción, puesto que la está
aprendiendo una mente que está en conflicto. 7Esto quiere decir que
hay deseos conflictivos, y, así, la lección no puede aprenderse de manera consistente todavía. 8Lo que es
más, la mente del alumno proyecta su propio conflicto, y, por lo tanto, no
percibe consistencia en las mentes de los demás, lo cual le hace sospechar de
la motivación de éstos. 9Ésa es la verdadera razón de que, desde
cualquier punto de vista, la primera lección sea la más difícil de aprender. 10Puesto
que aún eres extremadamente consciente del ego en ti, mismo y respondes
principalmente al ego de los demás, se .te está enseñando a que reacciones ante
ambos como si lo que realmente crees no fuese verdad.
4. El ego -operando a la inversa como de costumbre- percibe la primera
lección como algo demente. 2De hecho, ésa es su única alternativa,
pues la otra posibilidad, que sería mucho menos aceptable para él, es
obviamente que él es el que es demente. 3En esto, como en todo, los
juicios del ego están predeterminados por lo que él es. 4El cambio
fundamental tendrá lugar cuando el pensador cambie de mentalidad. 5Mientras
tanto, la progresiva claridad de la Voz del Espíritu Santo hace que sea
imposible que el alumno no la oiga. 6Por algún tiempo, pues,
recibirá mensajes conflictivos y aceptará los dos.
5. La
manera de escapar del conflicto que surge de dos sistemas de pensamiento que se
oponen entre sí consiste claramente en escoger uno y abandonar el otro. 2Si
te identificas con tu sistema de pensamiento, lo cual es inevitable, y aceptas
dos sistemas de pensamiento que están en total desacuerdo, es imposible gozar
de paz mental. 3Si enseñas ambos sistemas, que es lo que
probablemente harás mientras los aceptes a
los dos, estarás enseñando conflicto y también aprendiéndolo. 4Sin
embargo, tú deseas la paz, pues, de lo contrario, no habrías invocado a la Voz
de la paz para que te ayudase. 5Su lección no es demente, pero el
conflicto sí.
6. Entre la
cordura y la demencia no puede haber conflictos 2Sólo una de ellas
es verdad y, por lo tanto, sólo una de ellas es real. 3El ego trata de persuadirte de que es a
ti a quien le corresponde decidir cuál de ellas es verdad, mas el
Espíritu Santo te enseña que la verdad fue creada por Dios, y tu decisión no
puede alterarla en absoluto. 4A medida que empieces a comprender él
sereno poder de la Voz del Espíritu Santo y Su perfecta consistencia, tu mente
se dará cuenta de que estás tratando de revocar una decisión que se tomó
irrevocablemente por ti. 5Por eso sugerí anteriormente que te recuerdes a ti mismo permitir que el Espíritu Santo decida en favor de
Dios por ti.
7. No se te pide que tomes decisiones descabelladas aunque tal vez pienses
que eso es lo que se te está pidiendo. 2Sin embargo; creer que es a
ti a quien le corresponde decidir lo que son las creaciones de Dios no puede
sino ser una locura. 3El Espíritu Santo percibe el conflicto
exactamente como es. 4Por consiguiente, Su segunda lección reza así:
5Para
tener paz, enseña paz para así aprender lo que es.
8. Éste es todavía un paso
preliminar; puesto que aún no has equiparado tener
con
ser. 2Es, no obstante, un paso más avanzado que el primero, que en realidad
no es sino el comienzo del proceso de inversión del pensamiento. 3El segundo paso es una afirmación categórica de lo que deseas. 4Es
pues, un paso encaminado a liberarte del conflicto, ya que significa que se han
considerado las alternativas y se ha elegido la más deseable. 5Con
todo, la expresión "más deseable" aún implica que lo deseable
tiene diferentes grados. 6Por lo tanto, aunque este paso es esencial
para poder tomar la decisión fundamental, no es obviamente el último. 7No
se ha aceptado todavía la falta de grados de dificultad en los milagros porque
nada que se desee completamente puede ser difícil. 8Desear completamente es crear, y crear no
puede ser difícil si se tiene en cuenta que Dios Mismo té creó para que fueses un
creador.
9. El segundo paso, por lo tanto,
es todavía perceptivo, si bien es un paso gigantesco hacia la percepción unificada
que refleja el conocimiento de Dios. 2Al dar este paso y seguir en
esa dirección, estarás avanzando hacia el centro de tu sistema de pensamiento,
donde tendrá lugar el cambio fundamental. 3En el segundo paso
el progreso es intermitente, pero el segundo
paso es más fácil qué el primero porque es el que le
sigue. 4Darse cuenta de que este paso no puede sino seguir al primero es
señal de una creciente conciencia de que el Espíritu Santo te guiará en tu
camino.
C. Mantente alerta sólo en favor de
Dios y de Su Reino
1. Hemos dicho anteriormente que el Espíritu Santo evalúa, y tiene que
hacerlo. 2El Espíritu Santo separa lo verdadero de lo falso en tu
mente, y te enseña a juzgar cada pensamiento que dejas que se adentre en ella a
la luz de lo que Dios puso allí. 3El Espíritu Santo, con vistas a
reforzar el Reino en ti, 4conserva lo que está de acuerdo con esa
luz, y acepta y purifica lo que está parcialmente de acuerdo con el Reino. 5Mas
lo que está en completo desacuerdo lo rechaza juzgando contra ello. 6Así
es como Él mantiene la perfecta consistencia del Reino y su perfecta
unificación. 7Recuerda, no obstante, que lo que el Espíritu Santo
rechaza el ego lo acepta. 8Ello se debe a que ambos están en
completo desacuerdo en relación con todo, dado que están en completo
desacuerdo con respecto a lo que tú eres. 9Las creencias del ego en
torno a esta cuestión tan fundamental varían considerablemente, y ésta es la
razón de que él suscite diferentes estados de ánimo. 10El Espíritu
Santo nunca varía en este punto, y, por lo tanto, el único estado de ánimo que
genera es uno de dicha. 11Él protege dicho estado rechazando todo lo
que no lo fomenta, y así, sólo Él puede mantenerte en un estado, de perfecta
dicha.
2. El Espíritu Santo no te
enseña a juzgar a otros porque no quiere que enseñes nada que sea erróneo, y
que, de este modo, tú mismo lo aprendas. 2No sería consistente si te
permitiera reforzar lo que debes aprender a evitar. 3En la mente del
pensador, por lo tanto, el Espíritu Santo es enjuiciador, pero sólo a fin de
unificar la mente de modo que pueda percibir sin emitir juicios. 4Esto
le permite a la mente enseñar sin emitir juicios y, por consiguiente, aprender
a estar libre de ellos. 5Esta
rectificación es necesaria sólo en tu mente, a fin de que dejes de proyectar en
lugar de extender. 6Dios Mismo ha establecido lo que puedes extender
con perfecta seguridad. 7Por lo tanto, la tercera lección del
Espíritu Santo reza así:
8Mantente alerta sólo en favor de Dios y de Su
Reino.
3. Éste es uno de los pasos más importantes para que se produzca
un cambio fundamental. 2No obstante, todavía contiene un aspecto
del proceso de inversión del pensamiento, ya que implica que hay algo contra lo que debes mantenerte alerta. 3Este paso representa un gran
avance con respecto a la primera lección, que es meramente el principio del
proceso de inversión del pensamiento, y también con respecto a la segunda, que
es esencialmente la identificación de lo que es más deseable: 4Este
paso, que es la conclusión lógica del segundo tal como el segundo lo es del
primero, subraya la dicotomía que existe entre lo deseable y lo indeseable. 5Por
lo tanto, hace que la elección final sea inevitable.
4. Mientras que el primer paso parece agudizar el conflicto y el segundo
puede, hasta cierto punto, aún entrañar conflicto, el tercer paso requiere un
constante estado de alerta contra el conflicto. 2Ya he dicho que
puedes estar tan alerta contra el ego como a su favor. 3La última
lección enseña no sólo que puedes sino que tienes que estar alerta. 4No
se ocupa de la cuestión de los grados de dificultad, sino del hecho de que tu
primera prioridad debe ser mantenerte alerta. 5Esta lección es
inequívoca, pues enseña que nunca se deben hacer excepciones, aunque no niega
que la tentación de hacerlas se presentará. 6Aquí pues, es donde se
te pide que, a pesar del caos, seas consistente. 7Mas la
consistencia y el caos no pueden coexistir por mucho tiempo, puesto que se
excluyen mutuamente. 8No obstante, mientras tengas que estar alerta
contra algo, no estarás reconociendo esta mutua exclusión, y seguirás creyendo
que puedes elegir la consistencia o el caos. 9Al enseñarte cuál
debes elegir, el Espíritu Santo acabará por enseñarte que no tienes que elegir
en absoluto. 10Esto finalmente liberará a tu mente de tener que
elegir, y la encaminará hacia la creación dentro del Reino.
5. Elegir a través del Espíritu Santo te conducirá al Reino. 2Creas
mediante tu verdadero ser, pero tienes que aprender a recordar lo que eres 3La
forma de recordarlo es inherente al tercer paso, que conecta las lecciones
implícitas en los otros dos, y va más allá de ellos hacia una verdadera
integración. 4Si permites que en tu mente haya tan sólo lo que Dios
puso en ella, la estarás reconociendo tal como Dios la creó. 5Por
lo tanto, la estarás aceptando tal como es. 6Puesto que tu mente es
íntegra, estarás enseñando paz porque
creerás en ella. 7Dios será de
todos modos el que dará el paso final por ti, pero cuando llegues al tercer
paso, el Espíritu Santo ya te habrá preparado para Dios. 8Te está
preparando para la conversión de tener a ser en virtud de la
naturaleza misma de los pasos que tienes que dar con Él.
6. Aprendes primero que tener se
basa en dar, y no en obtener. 2Luego aprendes que aprendes lo que
enseñas, y que quieres aprender a estar en paz. 3Ésta es la
condición necesaria para poder identificarte con el Reino, puesto que es la
condición del Reino. 4Has
creído estar fuera del Reino, y, como consecuencia de ello, te has excluido a
ti mismo de él en tu pensamiento. 5Es esencial, por lo tanto, enseñarte que no puedes sino estar incluido en
el Reino, y que lo único que debes excluir es la creencia de que no estás
incluido en él.
7. El tercer paso, por consiguiente, es un paso de protección para tu mente,
pues te permite identificarte sólo con el centro, donde Dios erigió el altar a
Sí Mismo. 2Los altares son creencias, pero Dios y Sus
creaciones están más allá de toda creencia, ya que están más allá de cualquier
duda. 3La Voz que habla en favor de Dios lo hace únicamente en
nombre de las creencias que están más allá de toda duda, lo cual te prepara
para llegar a estar libre de dudas,
mientras tu creencia en Dios y Su Reino se vea asaltada por cualquier duda, lo
que Él ha logrado perfectamente no será evidente para ti. 5Por eso
es por lo que debes mantenerte alerta en favor de Dios. 6El ego
habla contra Su creación, y, por lo tanto, engendra dudas. 7No
podrás ir más allá de las creencias hasta que no creas plenamente.
8. Enseñar a toda la Filiación sin hacer excepciones demuestra que percibes
su plenitud y que has aprendido que es una. 2Ahora tienes que estar
alerta para mantener su unicidad* en tu
mente porque si dejas que te asalte la duda, perderás la conciencia de su
plenitud y serás incapaz de enseñarla. 3La plenitud del Reino no
depende de tu percepción, pero tu conciencia de su plenitud sí. 4Sólo
tu conciencia necesita protección, puesto que el estado de ser no puede ser
atacado. 5No obstante, no
podrás experimentar una auténtica sensación de que existes mientras sigas
teniendo dudas con respecto a lo que eres. 6Por eso es por lo que es
esencial que te mantengas alerta. 7No
permitas que entre en tu mente ninguna
duda acerca de tu existencia o, de lo contrario, no podrás saber con certeza lo
que eres. 8La certeza es el regalo que Dios te hace. 9La
verdad no requiere vigilancia, pero las ilusiones sí.
9. La verdad está exenta de ilusiones y, por lo tanto, mora dentro del Reino. 2Todo lo que está fuera
del Reino es ilusorio. 3Cuando desechaste la verdad te percibiste a
ti mismo como desprovisto de ella. 4Al concebir otro reino al que
atribuiste valor, no mantuviste en tu mente sólo el Reino de Dios, y, de esta
manera, excluiste parte de tu mente de él. 5Lo que inventaste ha
aprisionado tu voluntad, y ha hecho enfermar a tu mente, que ahora tiene que
ser sanada. 6Mantenerse alerta contra esta enfermedad es la manera
de sanarla. 7Una vez que tu mente haya sanado, irradiar salud, y, de
este modo, enseñará lo que es la curación. 8Esto te consagrará como un maestro
que enseña lo mismo que yo. 9Yo tuve que mantenerme tan alerta como
tú tienes que hacerlo ahora, y aquellos que eligen enseñar lo mismo
tienen que estar de acuerdo con respecto a lo que creen.
10. El tercer
paso, por lo tanto, es una afirmación de lo que quieres creer, y requiere que
estés dispuesto a abandonar todo lo demás. 2Si sigues al Espíritu Santo, Él te
capacitará para que des este paso. 3Tu vigilancia es señal de que quieres que Él te guíe. 4La
vigilancia requiere esfuerzo, pero sólo
hasta que aprendas que el esfuerzo en sí es innecesario. 5Has
realizado enormes esfuerzos por conservar lo que inventaste porque no es verdad.
6Por lo tanto, ahora tienes que canalizar todos tus esfuerzos contra
ello 7Sólo esto puede
eliminar la necesidad de tener que esforzarte, e invocar al Ser que tienes y que eres. 8Este reconocimiento no requiere ningún esfuerzo
por tu parte, puesto que ya es verdad, ni tampoco necesita protección. 9Descansa
en la perfecta seguridad de Dios. 10Por lo tanto, la inclusión es
total y la creación no tiene límites.
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