Capítulo 2
LA
SEPARACIÓN Y LA EXPIACIÓN
I. Los orígenes de la separación
1. La capacidad de extenderse es un
aspecto fundamental de Dios que Él le dio a Su Hijo. 2En la
creación, Dios Se extendió a Sí Mismo a Sus creaciones y les infundió la misma
amorosa Voluntad de crear que Él posee. 3No sólo fuiste plenamente
creado, sino que fuiste creado perfecto. 4No existe vacuidad en ti. 5Debido
a la semejanza que guardas con tu Creador eres creativo. 6Ningún
Hijo de Dios puede perder esa facultad, ya que es inherente a lo que él es,
pero puede usarla de forma inadecuada al proyectar. 7El uso
inadecuado de la extensión -la proyección- tiene lugar cuando crees que existe
en ti alguna carencia o vacuidad, y que puedes suplirla con tus propias ideas,
en lugar de con la verdad. 8Este proceso comprende los siguientes
pasos:
9Primero:
Crees que tu mente puede cambiar lo que Dios creó.
10Segundo:
Crees que lo que es perfecto puede volverse imperfecto o deficiente.
11Tercero:
Crees que puedes distorsionar las creaciones de Dios, incluido tú.
12Cuarto:
Crees que puedes ser tu propio creador y que estás a cargo de la dirección de
tu propia creación.
2. Estas distorsiones, relacionadas entre sí, son un fiel reflejo de lo que realmente ocurrió en la separación o "desvío hacia el miedo". 2Nada de eso existía antes de la separación, ni existe realmente ahora. 3Todo lo que Dios creó es semejante a Él. 4La extensión, tal como Dios la emprendió, es similar al resplandor interior que los Hijos del Padre han heredado de Él. 5Su verdadera fuente se encuentra en su interior. 6Esto es tan cierto con respecto al Padre como al Hijo. 7En este sentido la creación incluye tanto la creación del Hijo por Dios, como las creaciones del Hijo una vez que su mente ha sanado. 8Esto requiere el libre albedrío con el que Dios le dotó, ya que toda creación amorosa se otorga libremente en una línea continua, en la que todos los aspectos tienen el mismo rango.
3. El jardín del
Edén -la condición que existía antes de la separación- era un estado mental en
el que no se necesitaba nada. 2Cuando Adán dio oídos a "las
mentiras de la serpiente", lo único que oyó fueron falsedades. 3Tú
no tienes por qué continuar creyendo lo que no es verdad, a no ser que así lo
elijas. 4Todo ello puede literalmente desaparecer en un abrir y
cerrar de ojos porque no es más que una percepción falsa. 5Lo que
se ve en sueños parece ser muy real. 6Lo que es más, en la Biblia se
menciona que sobre Adán se abatió un sueño profundo, mas no se hace referencia
en ninguna parte a que haya despertado. 7El mundo no ha
experimentado todavía ningún despertar o renacimiento completo. 8Un
renacer así es imposible mientras sigas proyectando o creando falsamente. No
obstante, la capacidad de extender tal como Dios te extendió Su Espíritu
permanece todavía dentro de ti. 10En realidad, ésta es tu única
alternativa, pues se te dio el libre albedrío para que te deleitaras creando lo
perfecto.
4. Todo miedo se reduce, en última
instancia, a la básica percepción errónea de que tienes la capacidad de
usurpar el poder de Dios. 2Por supuesto, no puedes hacer eso, ni
jamás pudiste haberlo hecho. 3En esto se basa el que puedas
escaparte del miedo. 4Te liberas cuando aceptas la Expiación, lo
cual te permite darte cuenta de que en realidad tus errores nunca ocurrieron. 5Sólo
después del sueño profundo que se abatió sobre Adán pudo éste experimentar
pesadillas. 6Si de repente se enciende una luz cuando alguien está
teniendo un sueño aterrador, puede que inicialmente interprete la luz como
parte de su sueño y tenga miedo de ella. 7Sin embargo, cuando
despierte, la percibirá correctamente como su liberación del sueño, al que
dejará entonces de atribuir realidad. 8Esta liberación no se basa en
ilusiones. 9El conocimiento que ilumina no sólo te libera, sino que
también te muestra claramente que eres libre.
5. Sean cuales sean
las mentiras que te hayas creído, para el milagro son irrelevantes, pues puede
sanar cualquiera de ellas con la misma facilidad. 2El milagro no
hace distinciones entre diferentes percepciones falsas. 3Su única
finalidad es distinguir entre la verdad por un lado y el error por otro. 4Algunos
milagros pueden parecer más difíciles de obrar que otros, 5pero no
te olvides del primer principio de este curso: no hay grados de dificultad en
los milagros. 6En realidad eres perfectamente invulnerable a toda
expresión de falta de amor. 7Estas expresiones pueden proceder de ti
o de otros, de ti hacia otros, o de otros hacia ti. 8La paz es un
atributo que se encuentra en ti. No puedes hallarla fuera de ti mismo. 10La
enfermedad es una forma de búsqueda externa. 11La salud es paz
interior. 12La paz te permite mantenerte ecuánime ante cualquier
falta de amor procedente de afuera, y te capacita, mediante tu aceptación de
los milagros, para corregir las condiciones que resultan de la falta de amor
en los demás.
II. La Expiación como defensa
1. Puedes hacer
cualquier cosa que yo te pida. 2Te he pedido que obres milagros, y
he dejado claro que los milagros son naturales, correctivos, sanadores y
universales. 3No hay nada que no puedan lograr, pero no pueden
llevarse a cabo con un espíritu de duda o de temor. 4Cuando tienes
miedo de algo, estás admitiendo que ello tiene el poder de hacerte daño. 5Recuerda
que donde esté tu corazón allí también estará tu tesoro. 6Crees en
lo que consideras valioso. 7Si tienes miedo, es que estás equivocado
con respecto a lo que es valioso. 8Tu entendimiento inevitablemente
evaluará erróneamente, y al otorgar el mismo poder a todos los pensamientos,
destruirás inevitablemente la paz. 9Por eso es por lo que la Biblia
habla de "la paz de Dios que supera todo razonar" 10No hay
error que pueda alterar esa paz en lo más mínimo. 11Dicha paz no
permite que nada que no proceda de Dios te afecte. 12Éste es el uso
correcto de la negación. 13No se usa para ocultar nada, sino para
corregir el error. 14Lleva todos los errores ante la luz, y puesto
que el error es lo mismo que la oscuridad, corrige todos los errores
automáticamente.
2. La auténtica
negación es un poderoso mecanismo protector. 2Puedes y debes negar
toda creencia de que el error puede hacerte daño. 3Esta clase de
negación no oculta sino que corrige. 4Tu mente recta depende de
ella. 5Negar el error es una sólida defensa en favor de la verdad,
pero negar la verdad da lugar a creaciones falsas: las proyecciones del ego. 6La
negación del error, puesta al servicio de la mente recta, libera a la mente y
re-establece la libertad de la voluntad. 7Cuando la voluntad es
realmente libre no puede crear falsamente porque sólo reconoce la verdad.
3. Puedes defender la verdad así como el
error. 2Los medios son más fáciles de entender después de que se ha
establecido firmemente el valor del objetivo. 3Pero lo que hay que
tener en cuenta es cuál es su propósito. 4Todo el mundo defiende su
tesoro, y lo hace automáticamente. 5Las preguntas esenciales son,
pues: ¿qué es realmente importante para ti?, y ¿cuán importante lo es? 6Una
vez que hayas aprendido a tener en cuenta estas preguntas y a tenerlas
presentes en todas tus acciones, tendrás muy poca dificultad en clarificar los
medios. 7Los medios están a tu disposición siempre que los pidas. 8Puedes,
sin embargo, ahorrar tiempo si no aplazas innecesariamente este paso. 9Un
enfoque correcto lo acortará enormemente.
4. La Expiación es
la única defensa que no puede usarse destructivamente porque no es un recurso
que tú mismo hayas inventado. 2El principio de la Expiación
estaba en vigor mucho antes de que ésta comenzara. 3El principio era
el amor y la Expiación fue un acto de amor. 4Antes de la separación
los actos eran innecesarios porque no existía la creencia en el tiempo ni en
el espacio. 5Fue sólo después de la separación cuando se planearon
la Expiación y las condiciones necesarias para su cumplimiento. 6Se
necesitó entonces una defensa tan espléndida que fuese imposible usarla
indebidamente, aunque fuese posible rechazarla. 7Su rechazo, no
obstante, no podía convertirla en un arma de ataque, que es la característica
intrínseca de otras defensas. 8La Expiación, pues, resulta ser la
única defensa que no es una espada de dos filos. 9Tan sólo puede
sanar.
5. La Expiación se instituyó dentro de la
creencia en el tiempo y en el espacio para fijar un límite a la necesidad de la
creencia misma, y, en última instancia, para completar el aprendizaje. 2La
Expiación es la lección final. 3El aprendizaje en sí, al igual que
las aulas donde tiene lugar, es temporal. 4La capacidad para aprender
carece de valor cuando ya no hay necesidad de cambiar. 5Los que son
eternamente creativos no tienen nada que aprender. 6Tú puedes
aprender a mejorar tus percepciones y puedes convertirte progresivamente en un
mejor alumno. 7De este modo habrá cada vez más armonía entre la
creación y tú, pero la Filiación en sí es una creación perfecta y la perfección
no tiene grados. 8El aprendizaje tiene sentido únicamente mientras
se crea en diferencias.
6. La evolución es un proceso en el que
aparentemente pasas de una etapa a la siguiente. 2Corriges tus
previos tropiezos yendo hacia adelante. 3Este proceso es realmente
incomprensible en términos temporales, puesto que retornas a medida que
avanzas. 4La Expiación es el medio a través del cual puedes
liberarte del pasado a medida que avanzas. 5La Expiación desvanece
los errores que cometiste en el pasado, haciendo de este modo innecesario el
que sigas volviendo sobre tus pasos sin avanzar hacia tu retorno. 6En
este sentido la Expiación ahorra tiempo, pero al igual que el milagro al que
sirve, no lo abole. 7Mientras siga habiendo necesidad de Expiación,
seguirá habiendo necesidad de tiempo. 8Pero la Expiación, en cuanto
que plan que ya se ha completado, tiene una relación única con el tiempo. 9Hasta
que la Expiación no se complete, sus diversas fases evolucionarán en el tiempo,
pero la Expiación en su totalidad se encuentra al final del tiempo. 10En
ese punto el puente de retorno ya se ha construido.
7. La Expiación es un compromiso total. 2Puede
que aún asocies esto con perder, equivocación ésta que todos los Hijos de Dios
separados cometen de una u otra forma. 3Resulta difícil creer que
una defensa que no puede atacar sea la mejor defensa. 4Eso es lo que
se quiere decir con "los mansos heredarán la tierra". 5Literalmente
se apoderarán de ella debido a su fortaleza. 6Una defensa de doble
filo es intrínsecamente débil precisamente porque tiene dos filos, y puede
volverse contra ti inesperadamente. 7Esta posibilidad no se puede
controlar excepto con milagros. 8El milagro convierte la defensa de
la Expiación en tu verdadera protección, y, a medida que adquieres más y más
seguridad, asumes tu talento natural de proteger a otros, reconociéndote
simultáneamente corno Hijo y como hermano.
III. El altar de Dios
1. Sólo puedes
aceptar la Expiación dentro de ti liberando la luz interior. 2Desde
la separación, las defensas se han usado casi exclusivamente para defenderse
contra la Expiación y mantener así vigente la separación. 3Generalmente
esto se manifiesta como una necesidad de proteger el cuerpo. 4Las
múltiples fantasías corporales a las que las mentes se entregan proceden de la
creencia distorsionada de que el cuerpo puede usarse como un medio para
alcanzar la "expiación" 5Percibir el cuerpo como un templo
es únicamente el primer paso en el proceso de corregir esta distorsión, ya que
sólo la altera en parte. 6Dicha percepción del cuerpo ciertamente
reconoce que la Expiación en términos físicos es imposible. 7El siguiente
paso, no obstante, es darse cuenta de que un templo no es en modo alguno una
estructura. 8Su verdadera santidad reside en el altar interior en
torno al cual se erige la estructura. 9Hacer hincapié en estructuras
hermosas es señal de que se teme a la Expiación y de que no se está dispuesto a
llegar al altar en sí. 10La auténtica belleza del templo no puede
verse con los ojos físicos. 11La visión espiritual, por otra parte,
al ser una visión perfecta, no puede ver la estructura en absoluto. 12Puede,
no obstante, ver el altar con perfecta claridad.
2. Para que la
eficacia de la Expiación sea perfecta, a ésta le corresponde estar en el centro
del altar interior, desde donde subsana la separación y restituye la plenitud
de la mente. 2Antes de la separación la mente era invulnerable al
miedo, ya que el miedo no existía. 3Tanto la separación como el
miedo son creaciones falsas que tienen que deshacerse a fin de que se pueda
restaurar el templo y abrir el altar para que reciba la Expiación. 4Esto
supone el fin de la separación, al poner dentro de ti la única defensa eficaz
contra todo pensamiento de separación, haciendo de este modo que seas
absolutamente invulnerable.
3. El que todos
acepten la Expiación es sólo cuestión de tiempo. 2Tal vez parezca
que esto contradice su libre albedrío, dada la inevitabilidad de la decisión
final, pero en realidad no es así. 3Puedes aplazar lo que tienes
que hacer y eres capaz de enormes dilaciones, pero no puedes desvincularte
completamente de tu Creador, Quien fija los límites de tu capacidad para crear
falsamente. 4Una voluntad aprisionada engendra una situación tal,
que, llevada al extremo, se hace completamente intolerable. 5La
resistencia al dolor puede ser grande, pero no es ilimitada. 6A la
larga, todo el mundo empieza a reconocer, por muy vagamente que sea, que tiene
que haber un camino mejor. 7A medida que este reconocimiento se
arraiga más, acaba por convertirse en un punto decisivo en la vida de cada
persona. 8Esto finalmente vuelve a despertar la visión espiritual y,
al mismo tiempo, mitiga el apego a la visión física. 9Este alternar
entre los dos niveles de percepción se experimenta normalmente como un
conflicto que puede llegar a ser muy agudo. 10Aun así, el desenlace
final es tan inevitable como Dios.
4. La visión
espiritual literalmente no puede ver el error, y busca simplemente la
Expiación. 2Todas las soluciones que los ojos del cuerpo buscan se
desvanecen. 3La visión espiritual mira hacia adentro e
inmediatamente se da cuenta de que el altar ha sido profanado y de que necesita
ser reparado y protegido. 4Perfectamente consciente de la defensa
apropiada, la visión espiritual pasa por alto todas las demás y mira más allá
del error hacia la verdad. 5Debido a la fuerza de su visión, pone a
la mente a su servicio. 6Esto re-establece el poder de la mente y
hace que las demoras le resulten cada vez más intolerables al darse cuenta de
que lo único que hacen es añadir dolor innecesario. 7Como resultado
de ello, la mente se vuelve cada vez más sensible a lo que antes habría
considerado sólo pequeñas molestias.
5. Los Hijos de
Dios tienen derecho al perfecto bienestar que resulta de tener perfecta
confianza. 2Hasta que no logran esto, se agotan a sí mismos y
desperdician sus verdaderos poderes creativos en fútiles intentos de obtener
un mayor bienestar valiéndose de medios inadecuados. 3Sin embargo,
los medios reales ya les han sido provistos y no requieren esfuerzo alguno por
su parte. 4La Expiación es la única ofrenda digna de ser ofrecida en
el altar de Dios, debido al valor que el altar en sí tiene. 5Fue
creado perfecto y es absolutamente digno de recibir perfección. 6Entre
Dios y Sus creaciones existe una perfecta interdependencia. 7ÉI
depende de ellas porque las creó perfectas. 8Les dio Su paz para que
nada las pudiese alterar ni engañar. 9Siempre que tienes miedo, te
engañas a ti mismo, y tu mente no puede servir al Espíritu Santo. 10Eso
te deja hambriento, pues te niega el pan de cada día. 11Dios se
siente solo sin Sus Hijos, y Sus Hijos se sienten solos sin Él. 12Tienen
que aprender a ver el mundo como un medio para poner fin a la separación. 13La
Expiación es la garantía de que finalmente lo lograrán.
IV. La curación y la liberación del miedo
1. Vamos a hacer ahora hincapié en la
curación. 2El milagro es el medio, la Expiación el principio y la
curación el resultado. 3Hablar de "una curación milagrosa"
es combinar impropiamente dos órdenes de realidad diferentes. 4Una
curación no es un milagro. 5La Expiación -el último milagro- es un
remedio, y cualquier clase de curación es su resultado. 6Es
irrelevante a qué clase de error se aplique la Expiación. 7Toda
curación es esencialmente una liberación del miedo. 8Para poder
llevarla a cabo, tú mismo debes estar libre de todo miedo. No entiendes lo que
es la curación debido a tu propio miedo.
2. Un paso importante en el plan de la
Expiación es deshacer el error en todos los niveles. 2La enfermedad
o "mentalidad-no-recta" es el resultado de una confusión de niveles,
pues siempre comporta la creencia de que lo que está mal en un nivel puede
afectar adversamente a otro. 3Nos hemos referido a los milagros como
un medio de corregir la confusión de niveles, ya que todos los errores tienen
que corregirse en el mismo nivel en que se originaron. 4Sólo la
mente puede errar. 5El cuerpo sólo puede actuar equivocadamente
cuando está respondiendo a un pensamiento falso. 6El cuerpo no puede
crear y la creencia de que puede -error básico- da lugar a todos los síntomas
físicos. 7Las enfermedades físicas implican la creencia en la magia.
8La distorsión que dio lugar a la magia se basa en la creencia de
que existe una capacidad creativa en la materia que la mente no puede
controlar. 9Este error puede manifestarse de dos formas: se puede
creer que la mente puede crear falsamente en el cuerpo, o que el cuerpo puede
crear falsamente en la mente. 10Cuando se comprende que la mente
-el único nivel de creación- no puede crear más allá de sí misma, ninguno de
esos dos tipos de confusión tiene por qué producirse.
3. Sólo la mente
puede crear porque el espíritu ya fue creado, y el cuerpo es un recurso de
aprendizaje al servicio de la mente. 2Los recursos de aprendizaje no
son lecciones en sí mismos. 3Su propósito es simplemente facilitar
el aprendizaje. 4Lo peor que puede ocurrir cuando se usan
indebidamente es que no lo faciliten. 5De por sí, un recurso de
aprendizaje no tiene poder para producir verdaderos errores en el aprendizaje. 6El
cuerpo; si se le entiende correctamente, comparte la invulnerabilidad de la
Expiación en lo que respecta a las defensas de doble filo. 7Ello es
así no porque sea un milagro, sino porque, de por sí, no da lugar a
interpretaciones falsas. 8El cuerpo es sencillamente parte de tu
experiencia en el mundo físico. 9Se puede exagerar el valor de sus
capacidades y con frecuencia se hace. 10Sin embargo, es casi
imposible negar su existencia en este mundo. 11Los que lo hacen se
dedican a una forma de negación particularmente inútil. 12En este
caso el término "inútil" significa únicamente que no es necesario
proteger a la mente negando lo no-mental. 13Si uno niega este
desafortunado aspecto del poder de la mente, está negando también el poder
mismo.
4. Todos los
remedios materiales que aceptas como medicamento para los males corporales son
re-afirmaciones de principios mágicos. 2Éste es el primer paso que
nos conduce a la creencia de que el cuerpo es el causante de sus propias
enfermedades. 3El segundo paso en falso es tratar de curarlo por
medio de agentes no-creativos. 4Esto no quiere decir, sin embargo,
que el uso de tales agentes con propósitos correctivos sea censurable. 5A
veces la enfermedad tiene tan aprisionada a la mente que temporalmente le
impide a la persona tener acceso a la Expiación. 6En ese caso, tal
vez sea prudente usar un enfoque conciliatorio entre el cuerpo y la mente en
el que a algo externo se le adjudica temporalmente la creencia de que puede
curar. 7Esto se debe a que lo que menos puede ayudar al que no está
en su mente recta o al enfermo es hacer algo que aumente su miedo. 8De
por sí ya se encuentra en un estado debilitado debido a éste. 9Exponerle
prematuramente a un milagro podría precipitarle al pánico, 10lo cual
es muy probable que ocurriese en aquellos casos en que la percepción invertida
ha dado lugar a la creencia de que los milagros son algo temible.
5. El valor de la Expiación no reside en
la manera en que ésta se expresa. 2De hecho, si se usa
acertadamente, será expresada inevitablemente en la forma que le resulte más
beneficiosa a aquel que la va a recibir. 3Esto quiere decir que para
que un milagro sea lo más eficaz posible, tiene que ser expresado en un idioma
que el que lo ha de recibir pueda entender sin miedo. 4Eso no significa
que ése sea necesariamente el más alto nivel de comunicación de que dicha
persona es capaz. 5Significa, no obstante, que ése es el más alto
nivel de comunicación de que es capaz ahora. 6El propósito del
milagro es elevar el nivel de comunicación, no reducirlo mediante un aumento
del miedo.
V. La función del obrador de milagros
1. Antes de que los
obradores de milagros estén listos para emprender su función en este mundo, es
esencial que comprendan cabalmente el miedo que se le tiene a la liberación. 2De
lo contrario, podrían fomentar inadvertidamente la creencia de que la
liberación significa aprisionamiento, creencia que, de por sí, ya es muy
prevaleciente. 3Esta percepción errónea procede a su vez de la
creencia de que el daño puede limitarse sólo al cuerpo. 4Ello se
debe al miedo subyacente de que la mente puede hacerse daño a sí misma. 5Ninguno
de esos errores es significativo, ya que las creaciones falsas de la mente en
realidad no existen. 6Este reconocimiento es un recurso protector
mucho más eficaz que cualquier forma de confusión de niveles porque introduce
la corrección al nivel del error. 7Es esencial recordar que sólo la
mente puede crear, y que la corrección sólo puede tener lugar en el nivel del
pensamiento. 8Para ampliar algo que ya se mencionó anteriormente,
el espíritu ya es perfecto, y, por lo tanto, no requiere corrección. 9El
cuerpo no existe, excepto como un recurso de aprendizaje al servicio de la
mente. 10Este recurso de aprendizaje, de por sí, no comete errores
porque no puede crear. 11Es obvio, pues, que inducir a la mente a
que renuncie a sus creaciones falsas es la única aplicación de la capacidad
creativa que realmente tiene sentido.
2. La magia es el
uso insensato o mal-creativo de la mente. 2Los medicamentos físicos
son una forma de "hechizo”; pero si tienes miedo de usar la mente para
curar, no debes intentar hacerlo. 3El hecho mismo de que tengas
miedo hace que tu mente sea vulnerable a crear falsamente. 4Es
probable, por lo tanto, que no entiendas correctamente cualquier curación que
pudiera producirse, y puesto que el egocentrismo va normalmente acompañado de
miedo, tal vez no puedas aceptar la verdadera Fuente de la curación. 5En
tal caso, es menos arriesgado depender temporalmente de artificios curativos
físicos, ya que no puedes percibirlos erróneamente como tus propias creaciones.
6Mientras tu sensación de vulnerabilidad persista, no debes
intentar obrar milagros.
3. He dicho ya que
los milagros son expresiones de una orientación milagrosa, y una orientación
milagrosa no es otra cosa que una mentalidad recta. 2Los que poseen
una mentalidad recta no exaltan ni menosprecian la mente del que obra milagros
ni la del que los recibe. 3En cuanto que medio de corrección, sin
embargo, el milagro no tiene que esperar a que el que los ha de recibir goce de
una mentalidad recta. 4De hecho, su propósito es restituirle su
mente recta. 5Es esencial, no obstante, que el obrador de milagros
esté en su mente recta, aunque sea brevemente, o, de lo contrario, será incapaz
de re-establecer la mentalidad recta en otros.
4. El sanador que
confía en su propio estado de preparación pone en peligro su entendimiento. 2Estás
perfectamente a salvo siempre que no te preocupes en absoluto por tu estado de
preparación, pero mantengas firme confianza en el mío. 3Si tus
inclinaciones a obrar milagros no están funcionando debidamente, es siempre
porque el miedo se ha infiltrado en tu mentalidad recta y la ha invertido. 4Toda
forma de mentalidad-no-recta es el resultado de negarte a aceptar la Expiación
para ti mismo. 5Si la aceptases estarías en una posición desde la
que podrías reconocer que los que tienen necesidad de curación son simplemente
aquellos que aún no se han dado cuenta de que la mentalidad recta es en
sí la curación.
5. La única responsabilidad del obrador
de milagros es aceptar la Expiación para sí mismo. 2Esto significa
que reconoces que la mente es el único nivel creativo, y que la Expiación puede
sanar sus errores. 3Una vez que hayas aceptado esto, tu mente podrá
solamente sanar. 4Al negarle a tu mente cualquier potencial
destructivo y restituir de nuevo sus poderes estrictamente constructivos, te
colocas en una posición desde la que puedes eliminar la confusión de niveles
en otros. 5El mensaje que entonces les comunicas es el hecho
irrefutable de que sus mentes son igualmente constructivas y de que sus
creaciones falsas no pueden hacerles daño. 6Al afirmar esto liberas
a la mente de la tendencia a exagerar el valor de su propio recurso de
aprendizaje, y la restituyes a su verdadero papel de estudiante.
6. Debe subrayarse nuevamente que al
cuerpo le resulta tan imposible aprender como crear. 2En cuanto que
recurso de aprendizaje se deja llevar simplemente por el estudiante, mas si se
le dota falsamente de iniciativa propia, se convierte en una seria obstrucción
para el mismo aprendizaje que debería facilitar. 3Sólo la mente es
capaz de iluminación. 4El espíritu ya está iluminado, y el cuerpo,
de por sí, es demasiado denso. 5La mente, sin embargo, puede hacer
llegar su iluminación hasta el cuerpo al reconocer que éste no es el estudiante
y que, por lo tanto, no tiene la capacidad de aprender. 6Es muy
fácil, no obstante, poner al cuerpo en armonía con la mente una vez que ésta ha
aprendido a mirar más allá de él hacia la luz.
7. El aprendizaje que verdaderamente
corrige comienza siempre con el despertar del espíritu y con el rechazo de la
fe en la visión física. 2Esto frecuentemente entraña temor, ya que
tienes miedo de lo que tu visión espiritual te mostraría. 3Anteriormente
dije que el Espíritu Santo no puede ver errores, y que sólo puede mirar más
allá de ellos hacia la defensa de la Expiación. 4No cabe duda de que
esto puede producir incomodidad, mas la incomodidad no es el resultado final de
la percepción. 5Cuando se le permite al Espíritu Santo contemplar
la profanación del altar, Él mira de inmediato también hacia la Expiación. 6Nada
que Él perciba puede producir miedo. 7Todo lo que resulta de la
conciencia espiritual simplemente se canaliza hacia la corrección. 8La
incomodidad se manifiesta únicamente para traer a la conciencia la necesidad de
corrección.
8. El miedo a la
curación surge, en última instancia, de no estar uno completamente dispuesto a
aceptar que la curación es necesaria. 2Lo que el ojo físico ve no
es correctivo, ni tampoco es posible corregir el error mediante ningún medio
físicamente visible. 3Mientras creas en lo que tu visión física te
muestra, tus intentos de corregir procederán de un falso asesoramiento. 4La
verdadera visión queda nublada porque te resulta intolerable ver tu propio
altar profanado. 5Mas como el altar ha sido profanado, tu estado se
torna doblemente peligroso a menos que percibas que así ha sido.
9. Curar es una habilidad que se
desarrolló después de la separación, antes de la cual era innecesaria. 2Es
temporal al igual que todos los aspectos de la creencia en el tiempo y en el
espacio. 3Mientras el tiempo continúe, no obstante, la curación
seguirá siendo necesaria como medio de protección. 4Esto se debe a
que la curación se basa en la caridad, y la caridad es una forma de percibir
la perfección en otro aun cuando no puedas percibirla en ti mismo. 5La
mayoría de los conceptos más elevados que ahora eres capaz de concebir dependen
del tiempo. 6La caridad, en realidad, no es más que un pálido
reflejo de un amor mucho más poderoso y todo-abarcador, el cual está mucho más
allá de cualquier forma de caridad que te hayas podido imaginar hasta ahora. 7La
caridad es esencial para la mentalidad recta aun en la pequeña medida en que
ahora puedas alcanzarla.
10. La caridad es
una manera de ver a otro como si ya hubiese llegado mucho más allá de lo que en
realidad ha logrado en el tiempo hasta ahora. 2Puesto que su
pensamiento tiene fallos, no puede ver que la Expiación es para él, pues, de
otro modo, no tendría necesidad de caridad. 3La caridad que se le
concede es a la vez una confirmación de que necesita ayuda, así como el reconocimiento
de que la aceptará. 4Estas dos percepciones denotan claramente su
dependencia del tiempo, haciendo patente el hecho de que la caridad opera
todavía dentro de las limitaciones de este mundo. 5Dije
anteriormente que sólo la revelación transciende el tiempo. 6El
milagro, al ser una expresión de caridad, tan sólo puede acortarlo. 7Hay
que entender, no obstante, que cuando le ofreces un milagro a otro estás
acortando su sufrimiento y el tuyo. 8Esto corrige tanto retroactivamente
como progresivamente.
A. Principios especiales de los obradores de milagros
11. (1) El milagro elimina la necesidad de
tener preocupaciones de rango inferior. 2Puesto que es un intervalo
de tiempo que está fuera de las coordenadas temporales en las que normalmente
operamos, las consideraciones normales con respecto al tiempo y al espacio no
le afectan. 3Cuando obres un milagro yo haré los arreglos
necesarios para que el tiempo y el espacio se ajusten a él.
12. (2) Es esencial hacer una clara distinción
entre lo que se crea y lo que se fabrica. 2Toda forma de curación se
basa en esta corrección fundamental de percepción de niveles.
13. (3) Nunca
confundas la mentalidad recta con la mentalidad errada. 2Reaccionar
ante cualquier clase de error de cualquier forma que no sea con un deseo de
sanar es una expresión de esa confusión.
14. (4) El milagro es siempre la negación de
ese error y la afirmación de la verdad. 2Sólo la mentalidad recta
puede corregir de forma que sus efectos sean reales. 3De hecho, lo
que no produce efectos reales en realidad no existe. 4Sus efectos,
por lo tanto, son nulos. 5Al no tener contenido substancial, se
presta a ser proyectado.
15. (5) El poder del milagro para ajustar
niveles genera la percepción correcta que da lugar a la curación. 2Hasta
que eso no ocurra será imposible entender lo que es la curación. 3El
perdón es un gesto vacío a menos que conlleve corrección. 4Sin ella,
lo que hace es básicamente juzgar, en vez de sanar.
16. (6) El perdón que procede de una orientación
milagrosa tan sólo ofrece corrección. 2No posee elementos de juicio
en absoluto. 3La frase "Padre, perdónalos porque no saben lo
que hacen" no evalúa en modo alguno lo que las personas en cuestión estén
haciendo. 4Es una petición a Dios para que sane sus mentes. 5En
ella no se hace referencia al resultado del error, 6pues eso es
irrelevante.
17. (7) El precepto "Sed de un mismo
sentir" es la aseveración que exhorta a todos a que estén listos para la
revelación. 2Mi ruego "Haced esto en memoria mía" es una
petición a los obradores de milagros para que colaboren conmigo. 3Estas
dos aseveraciones no pertenecen a un mismo orden de realidad. 4Sólo
la última entraña una conciencia de tiempo, ya que recordar es traer el pasado
al presente. 5El tiempo está bajo mi control, pero la eternidad le
pertenece a Dios. 6En el tiempo existimos unos con otros y unos para
otros. 7En la eternidad coexistimos con Dios.
18. (8) Puedes hacer mucho en favor de tu
propia curación y la de los demás si en situaciones en las que se requiere tu
ayuda piensas de la siguiente manera:
2Estoy
aquí únicamente para ser útil.
3Estoy
aquí en representación de Aquel que me envió.
4No
tengo que preocuparme por lo que debo decir ni por lo que debo hacer, pues
Aquel que me envió me guiará.
5Me
siento satisfecho de estar dondequiera que Él desee, porque sé que Él estará
allí conmigo.
6Sanaré
a medida que le permita enseñarme a sanar.
VI. Miedo y conflicto
1. Tener miedo parece ser algo
involuntario y no estar bajo tu control. 2Mas he dicho ya que sólo
los actos constructivos deben ser involuntarios. 3Mi control puede
hacerse cargo de todo lo que no es importante, mientras que, si así lo decides,
mi asesoramiento puede dirigir todo lo que sí lo es. 4Yo no puedo
controlar el miedo, pero éste puede ser auto-controlado. 5Tu miedo
me impide darte mi control. 6La presencia del miedo indica que has
elevado pensamientos corporales al nivel de la mente. 7Eso los pone
fuera de mi control y te hace sentir personalmente responsable de ellos, 8Lo
cual es una obvia confusión de niveles.
2. Yo no fomento la confusión de niveles;
tú debes, no obstante, elegir corregirla. 2Tú no justificarías un
comportamiento demente por tu parte diciendo que no pudiste evitarlo. 3¿Por
qué, entonces, condonas pensamientos dementes? 4Hay una confusión en
esto que te convendría examinar detenidamente. 5Tal vez creas que
eres responsable de lo que haces, pero no de lo que piensas. 6La
verdad es que eres responsable de lo que piensas porque es solamente en ese
nivel donde puedes ejercer tu poder de decisión. 7Tus acciones son
el resultado de tus pensamientos. 8No puedes separarte de la verdad
"otorgándole" autonomía al comportamiento. 9Éste lo
controlo yo automáticamente tan pronto como pongas tu pensamiento bajo mi
dirección. 10Siempre que tienes miedo es señal inequívoca de que le
has permitido a tu mente crear falsamente y de que no me has permitido guiarla.
3. De nada sirve pensar que controlando
los resultados de cualquier pensamiento falso se pueda producir una curación. 2Cada
vez que tienes miedo es porque has tomado una decisión equivocada. 3Esa
es la razón por la que te sientes responsable de ello. 4Tienes que
cambiar de mentalidad, no de comportamiento, y eso es cuestión de que estés
dispuesto a hacerlo. 5No necesitas orientación alguna excepto a
nivel mental. 6La corrección debe llevarse a cabo únicamente en el
nivel en que es posible el cambio. 7El cambio no tiene ningún
sentido en el nivel de los síntomas donde no puede producir resultados.
4. Deshacer el miedo
es tu responsabilidad. 2Cuando pides que se te libere del miedo,
estás implicando que no lo es. 3En lugar de ello, deberías pedir
ayuda para cambiar las condiciones que lo suscitaron. 4Esas
condiciones siempre entrañan el estar dispuesto a permanecer separado. 5A
ese nivel tú puedes evitarlo. 6Eres demasiado tolerante con las
divagaciones de tu mente, y condonas pasivamente sus creaciones falsas. 7El
resultado particular no importa; lo que importa es el error fundamental. 8La
corrección es siempre la misma. 9Antes de decidir hacer algo,
pregúntame si tu elección está de acuerdo con la mía. 10Si estás
seguro de que lo está, no tendrás miedo.
5. El miedo es
siempre un signo de tensión que surge cuando hay conflicto entre lo que deseas
y lo que haces. 2Esta situación se presenta de dos maneras: Primera,
puedes elegir hacer cosas conflictivas, ya sea simultánea o sucesivamente. 3Esto
da lugar a un comportamiento conflictivo, lo cual te resulta intolerable porque
la parte de la mente que quiere hacer otra cosa se enfurece. 4Segunda,
puedes comportarte de acuerdo a como crees que debes, mas sin querer hacerlo
realmente. 5Esto da lugar a un comportamiento congruente, pero
conlleva gran tensión. 6En ambos casos, la mente y el comportamiento
están en desacuerdo, lo cual da lugar a una situación en la que estás haciendo
algo que realmente no quieres hacer. 7Esto suscita una sensación de
coerción que normalmente produce furia, y es muy probable que también dé lugar
a proyecciones. 8Siempre que tienes miedo, es porque aún estas
indeciso. 9Tu mente se encuentra, por lo tanto, dividida y tu
comportamiento inevitablemente se vuelve errático. 10La corrección a
nivel de comportamiento puede cambiar el error del primer tipo al segundo, mas
no elimina el miedo.
6. Es posible
alcanzar un estado en el que dejas que yo guíe tu mente sin ningún esfuerzo
consciente por tu parte, más ello requiere un grado de buena voluntad que tú
aún no posees. 2El Espíritu Santo no puede pedirte que hagas más de
lo que estás dispuesto a hacer. 3La fuerza para hacer lo que Él te
pide procede de una firme resolución por tu parte. 4Hacer la
Voluntad de Dios no produce ninguna tensión una vez que reconoces que Su Voluntad
es también la tuya. 5La lección en este caso es muy sencilla, aunque
muy fácil de pasar por alto. 6Voy, por lo tanto, a repetirla, y te
exhorto a que escuches atentamente. 7Sólo tu mente puede producir
miedo. 8Hace eso cada vez que está en conflicto con respecto a lo
que quiere, lo cual inevitablemente produce tensión, ya que existen
discrepancias entre lo que quiere y lo que hace al respecto. 9Eso
sólo puede corregirse aceptando un objetivo unificado.
7. El primer paso
correctivo para deshacer el error es darse cuenta, antes que nada, de que todo
conflicto es siempre una expresión de miedo. 2Dite a ti mismo que de
alguna manera tienes que haber decidido no amar, ya que de otro modo el miedo
no habría podido hacer presa en ti. 3A partir de ahí, todo el
proceso correctivo se reduce a una serie de pasos pragmáticos dentro del proceso
más amplio de aceptar que la Expiación es el remedio. 4Estos pasos
pueden resumirse de la siguiente forma:
5Reconoce en primer lugar que lo que
estás experimentando es miedo.
6El miedo procede de una falta de amor.
7El único remedio para la falta de amor
es el amor perfecto.
8El amor perfecto es la Expiación.
8. He subrayado que
el milagro -la expresión de la Expiación- es siempre un gesto de respeto del
que es digno para con otro que también es digno. 2El reconocimiento
de esa dignidad lo reestablece la Expiación. 3Resulta obvio, por lo
tanto, que cuando tienes miedo, te has colocado a ti mismo en una posición en
la que necesitas la Expiación. 4Has actuado sin amor, al haber
elegido sin amor. 5Ésta es precisamente la situación para la que se
instituyó la Expiación. 6La necesidad del remedio inspiró su
establecimiento. 7Mientras te limites a reconocer únicamente la
necesidad del remedio, seguirás teniendo miedo. 8Sin embargo, tan
pronto como aceptes el remedio, habrás des-hecho el miedo. 9Así es
como tiene lugar la verdadera curación.
9. Todo el mundo
experimenta miedo. 2Sin embargo, no se requeriría más que una
pequeña dosis de recto pensar para que uno pudiese darse cuenta de por qué se
produce. 3Son muy pocos los que aprecian el verdadero poder de la
mente, y nadie permanece totalmente consciente de él todo el tiempo. 4No
obstante, si esperas librarte del miedo hay algunas cosas que debes
comprender, y comprender plenamente. 5La mente es muy poderosa y
jamás pierde su fuerza creativa. 6Nunca duerme. 7Está
creando continuamente. 8Es difícil reconocer la oleada de poder que
resulta de la combinación de pensamiento y creencia, la cual puede literalmente
mover montañas. 9A primera vista parece arrogante creer que posees
tal poder, mas no es ésa la verdadera razón de que no lo creas. 10Prefieres
creer que tus pensamientos no pueden ejercer ninguna influencia real porque de
hecho tienes miedo de ellos. 11Eso puede mitigar la conciencia de
culpabilidad, pero a costa de percibir a la mente como impotente. 12Si
crees que lo que piensas no tiene ningún efecto, puede que dejes de tenerle
miedo, pero es bastante improbable que le tengas respeto. 13No hay
pensamientos fútiles. 14Todo pensamiento produce forma en algún
nivel.
VII. Causa y
efecto
1. Puede que todavía te quejes de que
tienes miedo, pero aun así sigues atemorizándote a ti mismo. 2He
indicado ya que no puedes pedirme que te libere del miedo. 3Yo sé
que no existe, pero tú no. 4Si me interpusiese entre tus
pensamientos y sus resultados, estaría interfiriendo en la ley básica de causa
y efecto: la ley más fundamental que existe. 5De nada te serviría el
que yo menospreciase el poder de tu pensamiento. 6Ello se opondría
directamente al propósito de este curso. 7Es mucho más eficaz que te
recuerde que no ejerces suficiente vigilancia con respecto a tus pensamientos.
8Tal vez pienses que a estas alturas sólo un milagro te capacitaría
para hacer eso, lo cual es absolutamente cierto. 9No estás
acostumbrado a pensar con una mentalidad milagrosa, pero se te puede enseñar a
pensar de esa manera. 10Todos los obradores de milagros necesitan
este tipo de instrucción.
2. No puedo permitir que dejes de vigilar
a tu mente, ya que de otro modo no podrías ayudarme. 2Obrar milagros
requiere el que uno se dé cuenta plenamente del poder de los pensamientos a fin
de evitar las creaciones falsas. 3De lo contrario, sería necesario
un milagro que rectificase a la mente misma, proceso circular éste que no
propiciaría el colapso del tiempo que es para lo que el milagro se concibió. 4El
obrador de milagros debe poseer un genuino respeto por la verdadera ley de
causa y efecto como condición previa para que se produzca el milagro.
3. Tanto el milagro como el miedo
proceden de pensamientos. 2Si no eres libre de elegir uno, tampoco
serás libre de elegir el otro. 3Al elegir el milagro, rechazas el
miedo aunque sólo sea temporalmente. 4Te has sentido temeroso de
todo el mundo y de todas las cosas. 5Tienes miedo de Dios, de mí y
de ti mismo. 6Nos has percibido erróneamente o creado falsamente, y
crees en lo que has fabricado. 7No habrías podido hacer nada de eso
si no hubieses tenido miedo de tus propios pensamientos. 8Los
temerosos no pueden sino crear falsamente, puesto que perciben erróneamente la
creación. 9Cuando creas falsamente no puedes sino sufrir. 10El
principio de causa y efecto se convierte ahora en un verdadero catalizador
aunque sólo sea temporalmente. 11En realidad, "Causa" es
un término que le corresponde propiamente a Dios, y Su "Efecto" es Su
Hijo. 12Esto supone una serie de relaciones de Causa y Efecto
completamente diferentes de las que tú introduces en tus creaciones falsas. 13El
conflicto fundamental en este mundo es, pues, entre la creación y la creación
falsa. 14Todo miedo está implícito en la segunda, y todo amor en la
primera. 15El conflicto es, por lo tanto, entre el amor y el miedo.
4. Ya hemos dicho
que crees que no puedes controlar el miedo porque tú mismo lo inventaste, y tu
creencia en él parece ponerlo fuera de tu control. 2Sin embargo,
todo intento de resolver el error tratando de dominar el miedo es inútil. 3De
hecho, eso no hace más que corroborar su poder, al asumir que necesita ser dominado.
4La verdadera solución descansa enteramente en alcanzar el dominio
por medio del amor. 5En el ínterin, no obstante, la sensación de
conflicto es inevitable, ya que te has colocado a ti mismo en una posición en
la que crees en el poder de algo que no existe.
5. La nada y el
todo no pueden coexistir. 2Creer en uno es negar el otro. 3El
miedo no es nada realmente y el amor lo es todo. 4Siempre que la luz
irrumpe en la oscuridad, la oscuridad desaparece. 5Lo que tú crees,
es cierto para ti. 6En este sentido la separación ha ocurrido, y
negarlo sería utilizar incorrectamente la negación. 7Concentrarse en
el error, no obstante, no es más que otro error. 8El procedimiento
correctivo inicial consiste en reconocer temporalmente que hay un problema,
mas sólo como señal de que tiene que ser corregido de inmediato. 9Esto
da lugar a un estado mental en el que la Expiación puede ser aceptada sin
demora. 10Debe señalarse, no obstante, que, en última instancia, no
puede haber transigencia alguna entre lo que lo es todo y lo que no es nada. 11El
tiempo es esencialmente un recurso por medio del cual se puede abandonar toda
idea de transigencia al respecto. 12Este proceso parece ser gradual
debido únicamente a que el tiempo en sí comprende intervalos que no existen. 13La
creación falsa hizo que esto fuese necesario como recurso de corrección. 14La
aseveración: "Porque tanto amó Dios al mundo que le dio Su unigénito Hijo,
para que todo el que crea en Él no perezca, mas tenga vida eterna"
necesita solamente una leve corrección para que tenga sentido en este contexto:
"Se lo dio a Su unigénito Hijo”.
6. Debe observarse
con especial atención que Dios tiene solamente un Hijo. 2Si todas
las creaciones de Dios son Hijos Suyos, cada una de ellas tiene que ser parte
integral de toda la Filiación. 3La Filiación, en su unicidad*,
transciende la suma de sus partes. 4Este hecho, no obstante, queda
velado mientras falte una sola de ellas. 5Por eso es por lo que, en
última instancia, el conflicto no se puede resolver hasta que todas las partes
de la Filiación hayan retornado. 6Sólo entonces podrá comprenderse
lo que, en el verdadero sentido de la palabra, significa la plenitud. 7Cualquier
parte de la Filiación puede creer, en el error o en la incompleción si así lo
elige. 8Sin embargo, si lo hace, estará creyendo en la existencia de
algo que no existe. 9Lo que corrige este error es la Expiación.
7. Ya he hablado brevemente acerca de la
condición de estar listo, pero tal vez pueda ser útil mencionar aquí algunos
puntos adicionales. 2Estar listo es sólo el prerequisito para que
se pueda lograr algo. 3No se debe confundir una cosa con la otra. 4Tan
pronto como se da la condición de estar listo, también se da, en cierta medida,
el deseo de querer lograr algo, si bien éste no es necesariamente un deseo
indiviso. 5Dicha condición de estar listo no es más que el potencial
para que pueda tener lugar un cambio de mentalidad. 6La confianza no
puede desarrollarse plenamente hasta que no se haya alcanzado un dominio total.
7Hemos tratado ya de corregir el error fundamental de que es posible
dominar el miedo, y hemos enfatizado que el verdadero dominio sólo se puede
alcanzar por medio del amor. 8Estar listo es sólo el comienzo de la
confianza. 9Tal vez pienses que esto implica que tiene que
transcurrir mucho tiempo entre el momento en que estás listo y aquel en el que
alcanzas el dominio, pero permíteme recordarte que el tiempo y el espacio están
bajo mi control.
VIII. El significado del juicio Final
1. Una de las maneras en que puedes
corregir la confusión entre la magia y los milagros es recordando que tú no te
creaste a ti mismo. 2Tiendes a olvidarte de esto cuando te vuelves
egocéntrico, lo cual te coloca en una posición en la que es prácticamente
inevitable creer en la magia. 3Tu voluntad de crear te fue dada por
tu Creador, Quien estaba expresando esa misma Voluntad en Su creación. 4Puesto
que la capacidad de crear reside en la mente, todo lo que creas es
necesariamente una cuestión de voluntad. 5De ello se desprende
también que lo que haces por tu cuenta es real para ti, mas no lo es en la
Mente de Dios. 6Esta distinción básica conduce directamente al
verdadero significado del Juicio Final.
2. El juicio Final es una de las ideas
más atemorizantes de tu sistema de pensamiento. 2Eso se debe a que
no entiendes lo que es. 3Juzgar no es un atributo de Dios. 4El
Juicio Final se originó a raíz de la separación como uno de los muchos recursos
de aprendizaje que se incluyeron en el plan general. 5Del mismo modo
en que la separación abarcó un período de millones de años, así el juicio Final
se extenderá por un período igualmente largo, o tal vez aún más largo. 6Su
duración, no obstante, puede acortarse enormemente mediante los milagros, el
recurso que acorta el tiempo, pero que no lo abole. 7Si un número
suficiente de nosotros llega a alcanzar una mentalidad verdaderamente
milagrosa, este proceso de acortar el tiempo puede llegar a ser virtualmente
inconmensurable. 8Es esencial, no obstante, que te liberes a ti
mismo del miedo cuanto antes, pues tienes que escapar del conflicto si es que
has de llevar paz a otras mentes.
3. Por lo general,
se considera al juicio Final como un proceso que Dios emprendió. 2Pero
en realidad son mis hermanos quienes lo emprenderán con mi ayuda. 3El
Juicio Final es la última curación, en vez de un reparto de castigos, por mucho
que pienses que los castigos son merecidos. 4El castigo es un
concepto completamente opuesto a la mentalidad recta, y el objetivo del juicio
Final es restituirte tu mentalidad recta. 5Se podría decir que el
juicio Final es un proceso de correcta evaluación. 6Significa
simplemente que todos llegarán por fin a entender qué es lo que tiene valor y
qué es lo que no lo tiene. 7Después de que esto ocurra, la capacidad
para elegir podrá ser dirigida racionalmente. 8Pero hasta que no se
haga esa distinción, las oscilaciones entre la voluntad libre y la aprisionada
no podrán sino continuar.
4. El primer paso
hacia la libertad comprende separar lo falso de lo verdadero. 2Éste
es un proceso de separación en el sentido constructivo de la palabra, y
refleja el verdadero significado del Apocalipsis. 3Al final cada
cual contemplará sus propias creaciones y elegirá conservar sólo lo bueno, tal
como Dios Mismo contempló lo que había creado y vio que era bueno. 4A
partir de ahí, la mente podrá comenzar a contemplar sus propias creaciones con
amor por razón del mérito que tienen. 5Al mismo tiempo, la mente
repudiará inevitablemente sus creaciones falsas que, en ausencia de la creencia
que las originó, dejarán de existir.
5. El término "Juicio Final"
asusta no sólo porque ha sido proyectado sobre Dios, sino también por la
asociación de la palabra "final" con la muerte. 2Éste es
un ejemplo sobresaliente de la percepción invertida. 3Si se examina
objetivamente el significado del juicio Final, queda muy claro que en realidad
es el umbral de la vida. 4Nadie que viva atemorizado puede estar
realmente vivo. 5No te puedes someter a ti mismo a tu propio juicio
final porque tú no te creaste a ti mismo. 6Puedes, no obstante,
aplicarlo significativamente, y en cualquier momento, a todo lo que has fabricado,
y retener en la memoria sólo lo creativo y lo bueno. 7Eso es lo que
tu mentalidad recta no puede sino dictar. 8El único propósito del
tiempo es "darte tiempo" para alcanzar ese juicio, 9el
cual no es otra cosa que el juicio perfecto con respecto a tus propias
creaciones perfectas. 10Cuando todo lo que retengas en la memoria
sea digno de amor, no habrá ninguna razón para que sigas teniendo miedo. 11Ése
es tu papel en la Expiación.
* N.T.
A la palabra "unicidad", que de acuerdo al Diccionario de la Real
Academia Española significa "calidad de único', se le ha dado aquí un
nuevo significado. En la presente obra se ha utilizado "unicidad"
exclusivamente para traducir la palabra inglesa "oneness" en su
acepción de: "calidad, estado o hecho de ser uno".
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